Martes 28 de agosto de 2018, p. 29
Chihuahua, Chih., El abasto de agua potable para casi un millón de habitantes de la capital del estado está en riesgo por la sobrexplotación de los acuíferos Sauz-Encinillas, Tabalaopa-Aldama y Chihuahua-Sacramento.
Además, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) requiere al menos 180 millones de pesos para garantizar la operación de la red de agua potable, drenaje y saneamiento durante 10 años.
Los tres acuíferos tienen un déficit de 40 millones de metros cúbicos anuales, lo que impide la disponibilidad de agua las 24 horas del día y restringe el abasto para fábricas, la construcción y el riego de parques y jardines.
La red de tubería, pozos y tanques de almacenamiento no recibió mantenimiento en la administración anterior y la escasez podría derivar en una situación ‘‘de emergencia’’ por el aumento de la población (200 mil personas en 10 años) y la falta de lluvias.
El municipio de Chihuahua necesita renovar las dos plantas de aguas residuales con un contrato de inversión a largo plazo por 950 millones de pesos a fin de garantizar la calidad del líquido.
Por su parte, el incremento del consumo de agua potable exige que el volumen de agua reciclada aumente en por lo menos 48 mil metros cúbicos, los cuales dejarán de utilizarse en la construcción y la industria para abastecer el consumo doméstico de 170 mil personas.
La planta norte opera desde hace más de 23 años y está a punto de colapsar, pero si se rehabilita generaría 500 litros por segundo más, mientras la sur tiene 12 años de antigüedad y generará mil 875 litros por segundo cuando reciba mantenimiento apropiado.
Oscar Ibáñez Hernández, presidente de la JMAS, y Roberto Lara Rocha, presidente del organismo descentralizado, aseguraron que licitar el mantenimiento con un contrato a largo plazo evitará concesionar el servicio, pues las instalaciones seguirán formando parte del patrimonio público y solamente se pagará por la renovación de las instalaciones y los costos de operación, no por el volumen de agua tratada que se genere.
La JMAS invierte este año 150 millones de pesos de recursos propios para renovar pozos, tanques de almacenamiento, tomas y tuberías en 2 mil 300 kilómetros de red hidráulica, cuya antigüedad es de 40 años y no ha recibido servicio.
Este mes comenzó a operar una planta potabilizadora con una inversión de casi 20 millones de pesos, en beneficio de 146 mil 192 usuarios, aunque las plantas tratadoras no disponen de recursos suficientes y se da prioridad al abasto de agua potable.
Diputados federales aprobaron 110 millones de pesos para obras de infraestructura hidráulica en el estado de Chihuahua, pero la Comisión Nacional del Agua sólo ha ejercido 85 millones, sin que los recursos etiquetados incluyan renovar las recicladoras de la capital del estado y otras que requieren mantenimiento en los municipios de Parral, Guachochi y Madera.
La JMAS no puede contratar deuda y el gobierno estatal está en el límite permitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo que amortizará a 10 años el mantenimiento de las dos plantas tratadoras, en un proyecto que requiere aprobación del Congreso.