Lunes 27 de agosto de 2018, p. 29
Casas antisísmicas hechas con malla, unicel y revestidas con cemento que se entregaron de manera gratuita a los damnificados de la unidad habitacional Santa Cruz Meyehualco, en la delegación Iztapalapa, han comenzado a doblarse y con las lluvias se les filtra el agua, afirman sus propietarios, quienes aseguraron que durante su proceso de construcción no hubo supervisión, por lo que una vez terminadas las han tenido que demoler.
Es el caso de la señora Martha Haro, quien vive a un lado de los escombros de lo que sería su nueva vivienda, en la calle 37 número 151. Se vencieron los paneles al momento de poner la losa del techo, vino el arquitecto responsable y pidió que se tirara. Pusieron a dos muchachos a derribar todo, pero no terminaron y desde hace dos semanas no han regresado
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A decir de los afectados, desde un principio las autoridades de la delegación Iztapalapa les explicaron el tipo de material que utilizarían. A nadie engañaron, nos dijeron que las casas iban a ser de material ligero y aceptamos, pero porque la vivienda modelo que nos presentaron estaba bien hecha
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Sin embargo, los problemas comenzaron apenas se inició con la construcción, pues no se contrataron albañiles, sino a muchachos que no tenían ni idea de lo que estaban haciendo. Unas casas quedaron más o menos, otras apenas empezaron las lluvias comenzaron a gotear y otras de plano se están cuarteando
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Vecinos pidieron a autoridades de la próxima administración de la nueva alcaldía de Iztapalapa y del gobierno de Ciudad de México que se revise este tipo de viviendas y se rehagan con material de calidad.
Detallaron que en Santa Cruz Meyehualco se planeó la construcción de al menos 60 casas con estas características que comenzaron a entregarse en diciembre del año pasado, con la promesa de que serían resistentes a los sismos y a las lluvias torrenciales.
En su momento, la delegación informó que el costo de cada una de las casas sería de 100 mil pesos, pero se entregarían de manera gratuita a los damnificados con el apoyo de una fundación.
En la comunidad aún hay familias que no han recibido ningún tipo de ayuda y viven con el riesgo de sus casas agrietadas.
Teresa Chávez, quien habita en la calle 63, expresó que a ella sólo le ofrecieron demoler su casa, pero no aceptó. Hay varios que sí y ahí están los lotes baldíos. Yo tengo todas las paredes cuarteadas, las puertas no cierran, vinieron los de Protección Civil y me dijeron que me tenía que salir, pero adónde me voy a ir, ni siquiera ayuda para renta tengo. Vivo con angustia y en cuanto puedo me salgo a la calle, dicen que nos van ayudar, pero quién sabe cuándo. Los de Clara (Brugada) han venido tres veces y en todas entregué mis papeles, también me fui entregarlos a la casa de (Andrés Manuel) López Obrador
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