Mientras el presidente Enrique Peña Nieto estableció que la liberación y las imputaciones lanzadas por la maestra Elba Esther Gordillo no revisten mayor trascendencia, pues no hubo encono personal para llevarla a prisión y es inadmisible atribuir persecución política en su enjuciamiento, y que la determinación de exculparla fue del Poder Judicial; el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que si la ex lideresa magisterial es declarada inocente, deberá respetarse su derecho de participación en la política.

Inevitables las preguntas en torno a quien fue por 24 años la dirigente indiscutible del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en el contexto de su presentación ante medios tras el encuentro en Palacio Nacional, los presidentes en funciones y el electo buscaron el deslinde: Peña Nieto para reivindicar la autonomía y definiciones tomadas por los jueces para ordenar su puesta en libertad, y López Obrador para puntualizar: no trabajará la maestra Elba Esther en el próximo gobierno.

La conferencia de prensa de ambos políticos ocurrió cuatro horas después de la reaparición de la profesora Gordillo ante los medios de comunicación. El jefe del Ejecutivo indicó de entrada: no reviste mayor trascendencia la posición que guarda la maestra, a la que se le respeta en sus derechos políticos, y defendió la reforma educativa impulsada por su gobierno.

En su turno, López Obrador aprovechó el momento para ratificar dos compromisos formulados durante su campaña: no intervenir en los asuntos internos de los sindicatos y procurar que haya democracia en las organizaciones de los trabajadores.

Aunque las intervenciones de Peña Nieto se orientaban inicialmente a no entrar al tema de las acusaciones y señalamientos de Gordillo Morales –no tengo respuesta, indicó en algún momento– más adelante expuso: no es una definición del Ejecutivo. El proceso que ella enfrentó o enfrenta es a partir de elementos que fueron judicializados por la Procuraduría General de la República, y corresponde al Poder Judicial tomar definiciones (sobre la responsabilidad de una persona), no las toma el Ejecutivo.

A partir de ahí consideró inadmisible e inaceptable la afirmación de que la maestra –cuya carrera y trayectoria es conocida públicamente– y su enjuiciamiento hayan tenido que ver con una persecución política. Nada hay más falso que ello.

Con la maestra, insistió, nunca ha habido un encono personal ni particular, y la Presidencia respeta las decisiones del Poder Judicial.

López Obrador atajó a su vez la pregunta de si dará espacio en su gobierno a gente cercana a la maestra Gordillo: nadie va a estar al margen o por encima de la ley. Va a haber un auténtico estado de derecho.