La confianza
a confianza es una fuerza productiva que utilizará la próxima administración pública para el desarrollo del país. Mes tras mes el Inegi y el Banco de México elaboran el índice de confianza del consumidor y lo que muestra el más reciente, que corresponde a julio de este año, es que la confianza creció con fuerza después de conocerse el resultado de las elecciones.
A lo largo de los pasados 10 años no se había presentado un repunte de la confianza a tal nivel como el del mes pasado, con un incremento frente a junio de 14.8 por ciento y un crecimiento de 17.8 frente a julio del año anterior.
Además, la confianza no sólo se incrementó en los hogares y viviendas de México, sino también a escala empresarial. En otra encuesta que realizan las autoridades se refleja un optimismo creciente en la industria de la construcción, la manufactura y el comercio, cosa impensable apenas hace dos meses.
Decimos que la confianza es una fuerza productiva, porque cuando las personas piensan que les va a ir bien, cuando hay optimismo sobre el futuro, tienden a comprar más bienes y servicios, y en el caso de las empresas tienden a realizar mayores inversiones y producir más riqueza, con la expectativa de que el mercado mejorará en los años próximos.
Es importante esta información, porque hasta días antes de las elecciones algunos grupos de presión comentaban que si ganaba López Obrador se produciría una fuga de capitales, una fuerte devaluación (algunos pronosticaban que el dólar podía llegar a 25 pesos), un aumento desbordado de la inflación, un alza de las tasas de interés, un incremento de la deuda de México y una reducción del poder adquisitivo de la población. Sin embargo, las encuestas muestran lo contrario a esa visión catastrofista.
Si a lo anterior agregamos la próxima firma del TLCAN y la reducción de la corrupción y la impunidad, así como el uso eficiente de los recursos públicos, se puede lograr un desarrollo económico sostenido durante los próximos años.
Por supuesto, no estamos exentos de que se presente una crisis. Sin embargo, las expectativas de corto y mediano plazos muestran condiciones favorables para crecer, lo cual se traducirá en mayor bienestar de la población en México.