Era tanto el dolor y el coraje por su derrota en el Mundial, el sábado pasado, que Paola Longoria pensó retirarse del raquetbol en el momento que cayó ante la guatemalteca Ana Gabriela Martínez y le echó a perder la fiesta de celebrar su cuarto título en singles.

La impotencia de haber perdido la presea de oro no la digería Paola, quien había ganado el primer set, sucumbió en el segundo, y en el tercero, cuando iba arriba 4-0, se vino abajo. La chapina supo aprovechar los errores de la mexicana y la suerte le favoreció para proclamarse por primera vez campeona del orbe en San José, Costa Rica, con 8-15, 15-6 y 11-6.

Para Paola fue un sábado negro y estaba devastada. La temporada había sido muy demandante con el Tour profesional y los compromisos deportivos en la selección, que llegó a la justa tica con sus campeones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y defensores del cetro del orbe.

La raquetbolista reflexiona y admite que el problema que tuvo en esa final del domingo “fue mi error más mental que físico. Era otra Paola. Jugar con presión, lejos de ayudarme, no me benefició.

“Gaby aprovechó el momento. Me recuerda cómo era yo en mis inicios: joven, aguerrida, (pelear la pelota) de un lado a otro.

“Ella fue mejor que yo y hay que aceptarlo. No lo niego, me molesta perder. Tengo que entender que es parte del deporte, se gana y se pierde. (Mi mente) andaba lejos, en vez de estar motivada, me sentía cansada, agotada, frustrada.

Ahora hay que dar vuelta a la hoja. He sabido levantarme y hay que dar terapia al cuerpo. No puedo ser tan dura conmigo misma y también se aprende de las derrotas, señala la potosina.

Ayer, Longoria tomó la raqueta de nuevo para entrenar en su natal San Luis Potosí (SLP), porque viene un fin de semana con sed de revancha al ser anfitriona del Abierto que tiene su nombre, el primer Grand Slam que abre el Tour profesional femenil, dominado por ella desde hace una década.

Adelanta que abrirá su primera escuela pública con canchas de raquetbol en SLP y espera tener el apoyo de Ana Guevara cuando tome las riendas de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte para que su disciplina se imparta como clase de educación física.

“Hay muchos proyectos, sin olvidar las competencias del Tour, los Panamericanos de Lima y a refrendar los títulos”, el próximo año, promete la número uno del mundo.