Martes 21 de agosto de 2018, p. 3
Pekín
Dejar de fumar puede hacer que se gane peso e inicialmente conducir a un mayor riesgo de diabetes, pero reducirá las posibilidades de muerte por un padecimiento cardiovascular y de otras causas, muestra un estudio.
Investigadores de la Academia de Ciencias de China y de la Universidad de Harvard descubrieron que aquellos cuyo peso se incrementó más de 15 kilos tras abandonar el cigarro tuvieron un riesgo mayor de diabetes tipo 2 que los fumadores. El peligro alcanzó su punto más alto entre cinco y siete años después de dejar el tabaquismo y después descendió gradualmente. Quienes no engordaron después de dejar de fumar no experimentaron un incremento en el riesgo de diabetes.
Sin embargo, sin importar el cambio de peso, la mortalidad cardiovascular y por todas las causas de los ex fumadores descendió rápidamente después de que se dejara este hábito, y permaneció en cerca de 70 por ciento que la mortalidad de los consumidores de tabaco.
Estudios previos han mostrado que los productos de tabaco pueden causar cáncer, enfermedades pulmonares y cardiovasculares, así como reducir la expectativa de vida. Aunque el riesgo de estos males puede ser reducido, el aumento de peso es problema de salud común.
Muchos ex fumadores pueden subir más de 10 kilos y el peso puede durar hasta seis años. La razón principal es que el tabaco puede contener efectivamente el apetito. Una vez que éste vuelve a la normalidad después de dejar el cigarro, la gente puede comer más y subir de peso con mayor facilidad.