Germán Silva ve lejano que el atletismo de fondo nuevamente brille como en la época que vivió y ganó dos veces el maratón de Nueva York en 1994 y 1995.

Atrás quedaron aquellos años dorados, evoca el veracruzano, cuando los mexicanos pasaban sus mejores momentos y se encontraban en la cumbre con marcas por abajo de 2:10 horas y disputaban las grandes bolsas millonarias en la gran manzana, Rotterdam, Boston, Londres, Berlín, Chicago y también eran invitados a carreras en Japón.

No hay talento

No hay talento, admite Silva, pues con lo que se tiene ni cumplen los programas de entrenamiento y por eso no se dan resultados, dice con tristeza y tono de reproche.

Para que un corredor de largas distancias logre recuperar un alto nivel se requieren por lo menos 10 mil horas de entrenamiento y aquí nadie lo hace.

Con 50 años de edad, empresario deportivo dedicado a ofrecer conferencias, entrenador y competidor en ultradistancias, el veracruzano ha presentado en diferentes administraciones pla-nes de trabajo para el atletismo y nadie se interesa.

En el atletismo (de fondo) hemos perdido 20 años que ni con dos sexenios se recuperan. Esa es nuestra realidad, comenta Silva.

Tampoco se ilusiona con el arribo de la multimedallista Ana Guevara para dirigir la Conade, porque por mucho interés que tenga la ex velocista, si no tiene un buen equipo de trabajo va a ser difícil que logre cumplir las expectativas, porque el deporte no sólo es alto rendimiento, señala sin pasar por alto que se requieren programas de prevención con activación física para erradicar la obesidad y el sedentarismo que aqueja a los mexicanos.

Germán correrá el maratón Ciudad de México con Benjamín Paredes con quien compartió varios duelos, entre ellos, Nueva York. Espero terminarlo en tres horas, dice sin pena, pues le daría más gusto que un mexicano triunfe y espera que ahora sí pueda cumplir Juan Luis Barrios”.