Existe una tercera vía para levantar un aeropuerto internacional en Tizayuca, Hidalgo, señaló el presidente de la comisión encargada de revisar los contratos de la nueva terminal aérea en Texcoco, Rafael Hernández Soriano.

Al conocer la decisión del futuro gobierno federal, por estudiar la opción de Santa Lucía, o mantener la construcción del aeropuerto de Texcoco, concesionándolo a la iniciativa privada, el legislador perredista consideró urgente revisar todo el sistema aeroportuario del país, para elevar la competitividad comercial y ponderar con visión de Estado en qué aérea habrá de operar la nueva terminal aérea.

El futuro del nuevo aeropuerto internacional debe abrirse a más alternativas, entre ellas la construcción en Tizayuca, Hildalgo. La decisión debe ser de Estado y con una evaluación integral que beneficie y reordene todo el sistema aeroportuario del país.

Al dar a conocer su propuesta, el diputado recordó que a mediados de septiembre de 2014 –una vez que el presidente Enrique Peña Nieto había dado a conocer el inicio de la obra en Texcoco–, “Andrés Manuel López Obrador propuso que la nueva terminal se instalara en Tizayuca. Argumentó entonces que Tizayuca garantizaba una posición estratégica, requería de menos recursos para su construcción, y aportaría al entorno metropolitano más seguridad en materia del incremento de vuelos que conectan el centro del país con los destinos nacionales e internacionales.

Sería sensato que el presidente electo mantuviera su palabra y su propuesta, y el aeropuerto en Tizayuca se convirtiera en una alternativa real. También es sensato revisar, hacer ajustes en el crecimiento y en las metas de la obra que se está levantando en Texcoco. Y de esa forma con ambas posibilidades se tomará la mejor determinación, la que más convenga al país.

Hernández Soriano reprochó la iniciativa del equipo del próximo gobierno en movilidad aérea:

“Ante la inviabilidad técnica y la propuesta del equipo del presidente electo, en el sentido de que se construyan dos pistas en la terminal aérea militar de Santa Lucía, y la propuesta de concesionar –privatizar– el resto de la construcción del aeropuerto en Texcoco, es necesario un diagnóstico serio, ya que el país requiere atender el flujo comercial internacional –turístico y empresarial– con un adecuado servicio aeroportuario”.