Madrid

Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de las universidades de Massachusetts y de Bath muestra que los endocannabinoides podrían ayudar a controlar y prevenir la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como señalan múltiples informes de pacientes.

Este estudio, publicado en el Journal of Clinical Investigation, es el primero en el que científicos informan sobre un mecanismo biológico para explicar por qué algunos usuarios de mariguana han informado sobre los efectos beneficiosos del cannabis en las afecciones inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

Los investigadores esperan que sus hallazgos, confirmados en un modelo de ratón, conduzcan al desarrollo de medicamentos y tratamientos para los trastornos intestinales, que afectan a millones de personas en el mundo y que se producen cuando las defensas inmunes del cuerpo atacan por error el revestimiento del intestino.

Primeros datos científicos

Ha habido mucha evidencia anecdótica sobre los beneficios, pero no ha habido mucha ciencia que lo respalde. Por primera vez, entendemos las moléculas involucradas en el proceso y cómo los endocannabinoides y los cannabinoides controlan la inflamación. Esto brinda un nuevo objetivo farmacológico para tratar a pacientes con las enfermedades mencionadas, señaló Beth A. McCormick, de la Escuela de Medicina.

Los expertos descubrieron que la inflamación intestinal está regulada por dos procesos. El primero, identificado en investigaciones científicas anteriores, promueve una respuesta inmune agresiva en el intestino, que destruye los patógenos peligrosos, pero que también puede dañar el revestimiento del intestino cuando las células inmunes atacan indiscriminadamente.

La segunda vía, descrita por primera vez en este estudio, desactiva la respuesta inflamatoria a través de moléculas especiales transportadas por las células epiteliales que recubren el intestino por el mismo proceso para eliminar las toxinas de estas células en la cavidad intestinal. Fundamentalmente, esta respuesta requiere una molécula producida naturalmente llamada endocannabinoide, que es muy similar a las moléculas de cannabinoides que se encuentran en el cannabis.