Economía en espera del cambio // Calma en las principales variables
a economía mexicana y los factores que inciden en su comportamiento se encuentran a la espera del cambio de gobierno, para constatar la implementación y alcance de la política sectorial anunciada por Andrés Manuel López Obrador, de tal suerte que hasta ahora se registra un periodo de aparente tranquilidad en las principales variables.
En torno de todo esto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados divulgó un recuento del comportamiento económico del país –enfocado al comportamiento de la demanda interna, de cuyo análisis se toman los siguiente pasajes– en vísperas de que se concrete el tan esperado cambio de régimen. Va, pues.
En México, el gasto total realizado por los hogares en bienes y servicios de consumo continuó en aumento, por lo que mantiene su tendencia alcista, aunque redujo su dinamismo, mejoró en el corto plazo. Pese al avance del consumo interno, en el quinto mes de 2018, los ingresos en las empresas comerciales tuvieron resultados positivos pero diferenciados en términos anuales; con cifras ajustadas por estacionalidad, repuntaron.
La inversión empeoró, tanto por la menor construcción como por la menor fortaleza en la adquisición de maquinaria y equipo. Por el contrario, se dinamizó la importación de bienes de capital.
En el quinto mes de 2018, la inversión fija bruta tuvo un decremento real anual de 0.89 por ciento, lo que implicó una pérdida de fortaleza, dado que en el mismo mes de 2017 había tenido ampliación de 2.74 por ciento; aun así, comenzó a mostrar un cambio en su tendencia, la cual empieza a manifestarse a la baja.
En su reciente Anuncio de Política Monetaria, el Banco de México reconoció que, en el segundo trimestre de 2018, la actividad económica en México mostró una contracción respecto al trimestre anterior, lo que reflejó, en parte, la reversión del dinamismo que había mostrado la inversión en construcción y un debilitamiento de las exportaciones, si bien considera que el consumo privado tuvo comportamiento positivo.Las condiciones de holgura en la economía mostraron relajamiento, por lo que consideró que el crecimiento del PIB se ubique en la parte inferior de su rango previsto (2-3 por ciento) en el presente año.
En cuanto a la inversión fija bruta, el sector privado anticipa un incremento de 1.8 por ciento en 2018, dato que contrasta con la reducción que se registró en 2017 (-1.51 por ciento); así, prevé una recuperación y que ésa continúe durante 2019 al anunciar crecimiento de 2 por ciento.
Por otra parte, el índice de la confianza del consumidor ha venidomejorando; como indicador complementario del sistema de indicadores cíclicos, después de venirdisminuyendo desde finales de 2017 y principios de 2018, se elevó y ubicó arriba de sutendencia de largo plazo, lo que implicó una mejoría en la percepción de los consumidores.
El Indicador de la Confianza Empresarial, también elemento complementario del sistema de indicadores cíclicos, se incrementó 18 veces consecutivas y se situó por encima de su tendencia de largo plazo.
Se anticipa que la demanda interna siga avanzando, pero a menor ritmo; el sector privado estima que el consumo privado registrará alza de 2.8 por ciento en 2018, apenas por abajo del registro de 2017 (3 por ciento), lo que involucraría una menor fortaleza. Para 2019 plantea un avance de 2.4 por ciento.
La importación de bienes de consumo no petroleros se redujo en términos anuales. En el corto plazo (datos desestacionalizados) aminoró su caída. Y la de bienes de capital reporta mayor dinamismo, con un aumento cercano a 10 por ciento. Las remesas familiares continúan apoyando el consumo interno.
Las rebanadas del pastel
Que los consumidores no deben asustarse
por el alza de precios de los combustibles (Meade dixit). Ajá, pero a ver quién es el guapo que no se aterroriza con un aumento cercano a 15 por ciento en apenas siete meses de 2018
Twitter: @cafevega
