Dahyan

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas pidió este viernes una investigación creíble y transparente sobre el ataque aéreo de la coalición liderada por Arabia Saudita en el mercado de esta ciudad, al norte de Yemen, que dejó 51 muertos, entre ellos 29 niños, así como 77 heridos.

Karen Pierce, embajadora permanente de Gran Bretaña –país que preside el consejo en agosto–, comentó en conferencia de prensa que si la investigación que se lleve a cabo no es creíble, el consejo obviamente querrá revisarla.

Tras una reunión a puerta cerrada centrada en Yemen, Pierce llamó a todas las partes del conflicto armado a cumplir con sus obligaciones y respetar el derecho humanitario internacional, incluidos los principios de distinción y proporcionalidad.

Esta sesión fue solicitada por Bolivia, Holanda, Perú, Polonia y Suecia, miembros no permanentes.

La coalición liderada por Arabia Saudita, que interviene en Yemen desde 2015 contra los rebeldes hutíes, reconoció que realizó un bombardeo en la zona, pero aseguró que iba dirigido contra un autobús en el que viajaban combatientes hutíes, quienes supuestamente dispararon un misil el miércoles pasado.

Los hutíes, que forman parte de la minoría zaidita (una rama del chiísmo), se consideran marginados en un país mayoritariamente sunita y tienen el apoyo de Irán, aunque se ha negado a darles respaldo militar.

Un alto responsable de la alianza dijo a la agencia oficial de noticias saudita Spa que se abriría una investigación a raíz de la información surgida del caso y los resultados se anunciarán lo antes posible.

Esto significó un cambio en las posiciones de la coalición, ya que previamente su vocero, Turki al-Malki, defendió el ataque como una acción militar legítima y culpó a los hutíes por usar a niños como escudos en el campo de batalla.

El líder rebelde yemení Mohammed Ali al-Houthi envió un mensaje por Twitter en que indica que los rebeldes, los llamados hutíes, celebraban el llamado y que están dispuestos a cooperar en la investigación.

En el mercado aún se veían restos humanos y objetos personales de las víctimas, mientras los habitantes de la región prepararon sepulcros en una panteón para enterrar a los menores.

Los alumnos me hablaron de este viaje durante dos días. Sus madres me dijeron que no durmieron en toda la noche de lo contentos que estaban de participar en esta excursión escolar, relató Yahya Husein, uno de los profesores de los menores.

El ataque ocurrió en el mercado de Dahyan, en la provincia de Saada, en la frontera con Arabia Saudita. La región de Saada es el bastión de los rebeldes hutíes, a los que combate la coalición dirigida por Riad, que interviene en apoyo a las fuerzas del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi.

El incidente dejó 51 fallecidos, entre ellos 29 niños, y 77 heridos, según un reporte de Comité Internacional de la Cruz Roja. Aunque el responsable del Ministerio de Salud hutí, Taha el Mutawakel, explicó en conferencia que 51 personas murieron, entre ellas 40 niños y 79 lesionados, de las cuales supuestamente son 56 menores.

Los gobiernos de Rusia y Francia, además de la Unión Europea, condenaron por separado el ataque.

La guerra en Yemen ha dejado entre el 26 de marzo de 2015 y el 9 de agosto de 2018, más de 6 mil 500 civiles muertos y más de 10 mil heridos, reportó Elizabeth Throssell, vocera de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.