Apenas 3 por ciento de la matrícula universitaria está conformada por estudiantes indígenas, pues la mayoría vive en pobreza y cerca de 30 por ciento en pobreza extrema, aseguró Lorenza Villa Lever, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Además, del total de indígenas inscritos en educación superior, el porcentaje que logra titularse es muy pequeño, aunque este fenómeno ocurre también entre la comunidad no indígena.

Señaló que la mayoría de los integrantes de los pueblos originarios padece pobreza multidimensional, que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social define como fuerte rezago en el acceso a servicios básicos de vivienda, alimentación, salud y educación, lo que agrava las desigualdades de dicha población y restringe sus posibilidades de estudiar.

En el contexto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebró ayer, la experta en desigualdad educativa consideró que en México la población indígena está muy invisibilizada. Agregó que no hay estadísticas confiables de cuántos ingresan a licenciatura y posgrado, si son hombres o mujeres, de qué comunidad vienen, cuántos egresan y en cuánto tiempo.

Por otra parte, los indígenas universitarios no siempre quieren ser identificados como tales, porque en muchas ocasiones su condición étnica está asociada a la pobreza y a la discriminación.

En un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Villa Lever señaló que si bien la política de fortalecimiento de la educación superior intercultural ha permitido incluir a los indígenas, éstos son aún insuficientes.