El gobierno de México aceptó negociar el tema salarial en la industria automotriz para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tras haberse negado a hacerlo desde que Canadá lo planteó en la mesa de diálogo en el comienzo del proceso hace un año y luego de que Estados Unidos lo retomó en marzo pasado.

El titular de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo, aseveró en entrevista radiofónica que en las reuniones bilaterales que México y Estados Unidos llevan a cabo por tercera semana consecutiva en Washington ya resolvimos el tema del salario automotriz sectorial. Ya cerramos el rubro de estándares automotrices. Sin embargo, horas más tarde, su oficina de prensa aclaró que el funcionario mencionó haber tenido un “lapsus linguae”, pues se equivocó al mencionar el tema salarial cuando sólo quiso referirse al de estándares automotrices.

Intervención laboral

Guajardo refirió cómo ha transitado el tema salarial en la renegociación, al sostener que frente a la insistencia del gobierno del presidente Donald Trump de que los automóviles de América del Norte tuvieran 50 por ciento de contenido estadunidense (concepto inexistente en los tratados comerciales) se pasó a la intervención en mercados laborales.

Esto se dilucidó y se trasladó al concepto de que un porcentaje de los autos sea fabricado en zonas de altos salarios (en México), los cuales se ha mencionado que oscilen entre 15 y 16 dólares por hora.

Ponderó que aunque Estados Unidos y Canadá critican la ventaja comparativa que representan los salarios en México, éstos se han reposicionado en el tiempo y forman parte de la fórmula de alta competitividad que implica la integración comercial y productiva de América del Norte.

Un aumento salarial no se determina por decreto, sino por fortalecimiento de los derechos laborales y la competencia del trabajo calificado”, puntualizó.

Guajardo acotó que, como otros capítulos, el de las reglas de origen se cerrará cuando se tenga la voluntad de llegar a un aterrizaje que convenga a todos. Nada está acordado hasta que todo está acordado, repitió Guajardo su consabida frase cuando ayer por la tarde fue entrevistado en Washington sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en reglas de origen.

A lo largo de la renegociación del TLCAN, Jerry Dias, presidente de la Unifor, el sindicato más grande de Canadá que aglutina a 310 mil trabajadores de distintos sectores, declaró que los empleados de su país y de Estados Unidos ganan hasta 35 dólares por hora en contraste con los 90 centavos de moneda estadunidense que perciben sus homólogos mexicanos. Sin embargo, especialistas han precisado que en la industria manufacturera de exportación, que incluye al sector automotriz, el salario promedio en Canadá y Estados Unidos es de 25 dólares por hora, 10 veces que los 2.3 dólares por hora que se pagan en nuestro país.

En la Ciudad de México, el dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes, consideró que México puede flexibilizar su postura en el tema salarial para la industria automotriz. El sector, resaltó, no está cerrado y puede aflojar un poquito en esa parte de la renegociación, pero advirtió que se debe tener cuidado por tratarse de un capítulo álgido.

Confió en que mañana haya buenas noticias sobre el proceso, mientras el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, declaró en una entrevista televisiva que si existe la flexibilidad y la disposición de la Casa Blanca, podemos encontrar escenarios en los que México pueda tener condiciones para cerrar un acuerdo en principio.

El secretario Guajardo aseguró que Canadá se reincorporará a la renegociación tan pronto como México y Estados Unidos resuelvan otros temas bilaterales, y rechazó que nuestro país haya cedido en el tema salarial a cambio de que la potencia desista en eliminar la llamada cláusula sobre la extinción del TLCAN cada cinco años.