El número de muertos del movimiento estudiantil de 1968 en México será ‘‘siempre un misterio”, según Fabrizio Mejía Madrid, autor de la novela histórica Esa luz que nos deslumbra.

El escritor, nacido en la capital del país en 1968, presentó ese trabajo, publicado por Grijalbo, en la Fundación Elena Poniatowska Amor, como parte del ciclo A 50 años deTlatelolco.

Elena Poniatowska expresó su regocijo por el anunció que horas antes realizó la titular de la Secretaría de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, de que el legado de Octavio Paz se quedará en México.

‘‘Debemos felicitarnos todos de que no se vaya a una universidad en Estados Unidos, porque ya se había ido una primera parte cuando la revista se llamaba Vuelta. Es una victoria de todos nosotros y debemos estar contentos por ello”, celebró la colaboradora de La Jornada.

Mejía Madrid dijo que durante la investigación para su novela se encontró con un señor que era estudiante en el 68; vive en Holanda desde el 3 de octubre de ese año y no quiere hablar del asunto.

‘‘Otros se exiliaron, como los líderes estudiantiles que estuvieron presos en Lecumberri: fueron a Chile. Muchos salieron a Estados Unidos, Canadá, otros lados; acuérdense que no se podían ir a muchos lugares de América Latina porque casi todo cayó bajo regímenes militares. Se perdieron para siempre, no se sabe si estuvieron o no.”

‘‘Algo fundamental es que los franceses dicen que son más de 300 (exiliados), lo mismo que Paz, quien retoma esa información en Posdata”. Según el escritor, una situación similar del poder popular se repitió en las elecciones federales del primero de julio: Ese triunfo es parte de todos nosotros.