Policía federal elabora catálogo
Lunes 6 de agosto de 2018, p. 9
Detrás del robo de arte sacro en México están organizaciones internacionales. Esculturas, pinturas, lienzos, cuadros, óleos, son hurtados de centros religiosos para luego venderlos en el mercado negro y en subastas.
La magnitud del problema aún no ha sido calculada por las autoridades; sin embargo, antes de que termine el sexenio la Comisión Nacional de Seguridad, a través de la División de Gendarmería de la Policía Federal, contará con un catálogo detallado de las piezas robadas.
Fuentes consultadas de la Policía Federal indicaron que una de las principales líneas de investigación es que las obras religiosas son embarcadas con destino a Europa para ofrecerlas a coleccionistas.
Las averiguaciones previas con las que cuenta la Procuraduría General de la República (PGR), por medio de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente y Previstos en Leyes Especiales, detallan que las piezas, además de subastarse en Europa, también llegan a Estados Unidos.
Los templos católicos que han sufrido mayor saqueo están en Puebla, Jalisco, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Guanajuato, Zacatecas y estado de México; y aunque algunas piezas se han recuperado, siguen ofreciéndose en el mercado obras de valor incalculable que pertenecen a la Iglesia.
De acuerdo con un reporte de 2011 elaborado por el Centro Católico Multimedial, México ocupa el primer lugar en América Latina con más ataques a centros religiosos; le siguen Colombia, Brasil y Guatemala.
El centro estima que las ganancias anuales para las organizaciones serían hasta de 83 millones de pesos y “se presume que sus principales clientes –coleccionistas y anticuarios– se encuentran en las tres grandes ciudades de México, en Estados Unidos, Sudamérica y Asia”.
La falta de información precisa impide conocer con exactitud el número de objetos robados; la PGR inició una averiguación previa en 2005 por el robo de diversas esculturas y pinturas religiosas; en 2006 abrió otra indagatoria por pinturas al óleo robadas, sin dar a conocer el lugar donde esto ocurrió.
En 2008, la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente y Previstos en Leyes Especiales inició nueve averiguaciones previas por 25 pinturas, un lienzo, una escultura, un niño Dios de madera y una corona bañada en oro; de nuevo la información no refiere el lugar del robo.
Para 2009 abrió 10 averiguaciones, entre las que destaca una escultura de San Miguel Arcángel, un pie de custodia de oro y dos lienzos; en 2010 fueron 12 averiguaciones previas por distintas obras de arte sacro; para el siguiente año inició cuatro, una de ellas por una escultura tallada en madera; en 2012 abrió cinco indagatorias por seis pinturas, un óleo y una escultura de Cristo. Entre 2013 y 2015 inició averiguaciones por dos pinturas, dos esculturas talladas en madera y ochos lienzos.
Algunas piezas recuperadas son una obra de más de 150 años de antigüedad robada en 2010 de la parroquia de la Santísima Trinidad, en el municipio de Zapotlán, Jalisco. En enero de 2017, la figura de un niño Dios del siglo XIX, robado del templo de la virgen de la Candelaria, en Sanctórum, Tlaxcala.