Empleados de distintas dependencias federales han sido blanco del crimen organizado. En algunos casos se tiene conocimiento de que fueron levantados por integrantes de organizaciones criminales al ser confundidos con policías encubiertos, revelaron fuentes del gabinete de seguridad.

Durante el sexenio que está por concluir se tienen registros de casos de servidores públicos en calidad de desaparecidos que pertenecían a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al Instituto Nacional de Migración, (INM) a las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Hacienda, así como al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las entidades en las que se supo de los empleados por última vez son Guerrero, Sonora, estado de México, Quintana Roo y Chihuahua, donde se encontraban realizando alguna comisión.

Las fuentes consultadas detallaron que el personal de las dependencias ingresa en vehículos oficiales a zonas de alto riesgo como parte de su actividad laboral; sin embargo, las organizaciones del crimen organizado desconfían y son privados de su libertad en lo que investigan si no se trata de policías realizando actividades de inteligencia.

Algunos ya no regresan

En ocasiones, al percatarse que en realidad sí son empleados que van a atender alguna actividad en beneficio de la población, como cuestiones de la electricidad, son liberados, pero en otras ya no se sabe de su paradero, dijo un funcionario encargado de las pesquisas.

El último caso por el que la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa es el de dos trabajadores del Servicio de Administración Tributaria, quienes fueron desaparecidos desde junio de 2016 en el municipio de Tlatlaya, pero la dependencia los incorporó al programa dos años después.

En junio del año pasado, se dio a conocer la desaparición de dos empleados de la CFE entre Ciudad Altamirano y Teloloapan, Guerrero, cuando viajaban en un vehículo oficial. Su última ubicación fue Arcelia, zona controlada por Johnny Hurtado Olascoaga, El Fish, uno de los 122 objetivos prioritarios para ser capturados.

En diciembre del año pasado, un trabajador de la CFE en Sonora desapareció. De acuerdo con la indagatoria, acudió a un domicilio en Guaymas, donde al parecer, estaban colgados en la línea de energía y no pagaban el servicio.

Por otra parte, el 23 de septiembre de 2015 se reportó como desaparecido a José Otilio Zorrilla García, subdelegado del INM en Chetumal. El empleado fue incluido en el programa de difusión de desaparecidos de la PGR. De acuerdo con la indagatoria, circulaba en un vehículo oficial cuando habría sido interceptado.

En Atoyac de Álvarez, Guerrero, tres empleados de la Sedesol adscritos a Diconsa y Liconsa, en abril de 2014 salieron rumbo a Coyuca de Benítez, y luego sus cuerpos fueron encontrados en junio del mismo año en una fosa clandestina.

En Chihuahua, en marzo de 2015 dos encuestadores del Inegi fueron privados de la libertad cuando realizaban sus labores en el municipio de Urique. Días después sus cuerpos fueron localizados semienterrados.