Se declara en alerta máxima
Advierte que continuará la lucha en defensa de sus derechos laborales
Lunes 6 de agosto de 2018, p. 3
El magisterio disidente se declaró en alerta máxima
ante la posibilidad de que el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, decida maquillar
la reforma educativa en lugar de abrogarla.
En un posicionamiento difundido ayer, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseveró que seguirán las acciones en defensa de sus derechos laborales.
“Siguiendo con detenimiento el discurso tanto del virtual presidente de México como de su próximo secretario de Educación (Esteban Moctezuma Barragán), podemos observar que en el fondo legitiman la reforma educativa, comprometiéndose únicamente a maquillarla y presentarla como algo diferente ante el magisterio nacional.
La CNTE hace un llamado para estar atentos, a preparar la próxima jornada de lucha. Nos pronunciamos en alerta máxima. Hay que preparar las condiciones para seguir defendiendo nuestros derechos laborales, bajo una táctica de lucha, movilización y negociación hasta el último momento de la transición del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Enfatizó que su rechazo a la reforma educativa aprobada durante el sexenio que está por concluir se da porque sus programas se orientan en dos sentidos: el gasto público, de por sí precario, para que sea la iniciativa privada la que lo administre, y reduce la práctica de la docencia a una de tutoriales, donde no se necesitan las visiones epistemológicas, pedagógicas y sicosociales, entre otras, inherentes al ser humano
.
La privatización, apuntó la CNTE, se presenta con la adecuación y mantenimiento de los planteles con la aplicación de bonos de infraestructura mediante el programa Escuelas al Cien, que mercantiliza la instrucción pública al abrir la puerta a empresas e instituciones privadas. Además, con la plataforma 2.0 se orilla a los padres de familia y a los maestros a la contratación de Internet en casa o tener que pagar en establecimientos para la planeación, tareas y trabajos escolares, entre otras.
La reforma educativa conlleva también afectaciones laborales y profesionales del magisterio, como la disminución de carga horaria, y desaparece varias asignaturas de la educación básica, emplea a los maestros en actividades distintas sin respetar su perfil profesional, elimina plazas de base, plantea una educación con mínima preparación académica en los denominados aprendizajes clave, dando énfasis a la enseñanza del inglés y de los sistemas digitales, y carece de todo sustento pedagógico que transforme la realidad social del estudiante.