El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que especialistas lograron extirpar con éxito un tumor en la mejilla derecha de una derechohabiente, quien logró recuperar su salud y su sonrisa. Alma Rosa, paciente del Hospital General de Zona número 7, en Coahuila, sufrió sensible merma en su autoestima y en su calidad de vida debido al crecimiento del tumor, el cual ocasionó que su rostro se desfigurara.

La especialista en cirugía maxilofacial, Wendy Paola Delgado Galván, explicó que se trató de una intervención riesgosa debido a que se corría el riesgo de que se registrara alguna lesión en el nervio facial que podría haber dejado a la paciente con una parálisis el resto de su vida. Sin embargo, afortunadamente, la operación se llevó a cabo con éxito.

No era maligno, pero le había deformado el rostro

La paciente fue referida por el médico familiar ya que presentaba un notorio aumento de volumen en la región de una de sus mejillas, no tenía secreción, se observaba un tumor de consistencia sólida y su cara se había deformado en forma evidente.

Luego de los estudios, los médicos diagnosticaron un mioepitelioma, que es un quiste que crece, y aunque no es maligno, en el caso de Alma Rosa deformó su rostro y deterioró su autoestima e, incluso, sus relaciones familiares.

La especialista explicó que mientras los tumores pequeños son comunes, los grandes son raros y causan múltiples problemas. En este procedimiento, el tipo de abordaje, la incisión y el conocimiento aplicado fueron elementos claves para lograr extirparlo y asegurar la salud de la paciente sin afectación alguna, agregó.

Señaló que Alma Rosa es una persona muy sensible, que se tapaba la cara y ya no quería salir de casa. Venía muy triste a consulta, tenía tiempo con el tumor y estaba sumamente deprimida. Evitaba salir a la calle, y cuando lo hacía siempre iba con el rostro cubierto.

Hoy Alma Rosa lleva una vida normal y agradece el apoyo que recibió de peronal del IMSS. Detalla que antes de operarse buscó ayuda, acudió a distintos lugares, pero nadie quería correr riesgos. A sus 49 años y decidida a recuperar su vida, acudió al servicio del Seguro Social donde fue atendida.