Francisco I. Madero, Hgo.

María, de 16 años, se encuentra en peligro de abortar luego de que la tarde del jueves recibió la noticia de que su padre, Raúl López Rosas, de 36 años, y su esposo Adrián Aguilar, de 18, habían quedado sepultados bajo cientos de toneladas de material pétreo, junto con tres personas más. Además de Raúl y Adrián, en el derrumbe ocurrido el jueves en la mina del poblado otomí de Denganzha, perecieron un joven de 17 años, identificado sólo como Adrián; Ezequiel Olguín Mendoza, y Juan Vázquez, de 60 años, quien pastoreaba ovejas.

Cuando ocurrió el derrumbe, tanto su esposo como su papá se encontraban trabajando en la mina y no pudieron escapar, relató un familiar de Adrián Aguilar, con la voz entrecortada por la tragedia.

El velorio del joven minero de 18 años se realizaron en su humilde vivienda de sólo dos habitaciones en la comunidad de Denganzha, municipio de Francisco I. Madero, región del valle del Mezquital.

Adrián apenas tenía un mes de estar trabajando en la mina, relató su pariente, quien prefirió no dar su nombre. Contó que minutos después del derrumbe, suscitado alrededor de las 13:30 horas, María recibió la noticia de lo que había pasado en la mina 10 kilómetros distante y a la cual se llega por un accidentado camino de terracería.

Pese a que en las horas posteriores a la tragedia la joven mantuvo la esperanza de encontrar vivos a sus dos familiares, ésta se desvaneció cuando a las 20.30 horas el cuerpo de su padre, Raúl López, fue sacado de entre los montículos de rocas.

En ese momento ella entró en crisis. En el fondo tanto ella como nosotros sabíamos que los dos ya estaban muertos, recordó. A causa de la lluvia y dos derrumbes la noche del jueves se suspendieron las labores de rescate, lo que causó enojo y desesperación entre los familiares de los mineros sepultados.

A las 6:30 de la mañana del viernes fue encontrado el cadáver de Adrián. Es una pesadilla, no puedo creer que un muchacho tan sano y joven haya muerto y esté en esa caja, expresó su tía, Timotea Aguilar.

En el derrumbe falleció también Ezequiel Olguín, de 22 años, cuyos restos fueron los últimos en ser rescatados, alrededor de las 21 horas del viernes. Omar Ayala, editor de un medio de comunicación digital evangélico, señaló que el Cheque Olguín, como le decían de cariño, era ingeniero civil. En sus tiempos libres se desempeñaba como segunda voz del grupo musical cristiano Barak, amenizando eventos religiosos en poblados del valle del Mezquital.

Julián Vázquez, pastor de ovejas (cuyo cuerpo fue el primero en ser rescatado), el jueves fue a la mina acompañado de su nieto de 8 años para pedir aventón a uno de los choferes de los camiones de carga que circulan de ese sitio a la zona urbana de Denganzha.

Al producirse el alud, el menor y dos mineros que se encontraban ahí echaron a correr y lograron salvarse; pero el sexagenario y cuatros trabajadores de la mina no tuvieron la misma suerte.

Tanto el gobierno de Hidalgo como Víctor Nería Orozco, director de Protección Civil de Mixquiahuala, afirmaron que se trata de una mina comunal administrada por los vecinos, quienes conformaron una cooperativa para explotarla.

No contaba con las medidas de seguridad adecuada, subrayó la dirección de comunicación social de la administración estatal, en un comunicado. Indicó que la posible causa del derrumbe fue que un vehículo de carga pesada circuló por uno de los caminos que rodean la mina causando vibraciones.

No obstante, algunos vecinos de Denganzha aseguran que la mina pertenece a una empresa particular. En tanto la procuraduría hidalguense inició las carpetas de Investigación correspondientes.