Suben 42% los casos en 9 años; seguridad, un fracaso: Regino
Domingo 5 de agosto de 2018, p. 28
De 2008 a 2017, los homicidios en la Ciudad de México aumentaron 42 por ciento, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El jurista Gabriel Regino aseguró que cada día los asesinatos en la capital son más violentos, a tal grado que está en abierta competencia
con los crímenes perpetrados en Tijuana, Acapulco o Ciudad Juárez.
Los datos del Inegi muestran que mientras en 2008 se perpetraron 930 homicidios, el año pasado sumaron mil 315.
Según la medición, la Ciudad de México está en el noveno lugar a escala nacional en cuanto a esos ilícitos, por debajo de entidades como Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima y Coahuila.
Las estadísticas de la Procuraduría General de Justicia capitalina indican que en los primeros seis meses del año se cometieron 600 homicidios, los cuales –en mayor medida– ocurrieron en las delegaciones Iztapalapa, Cuauh-témoc, Gustavo A. Madero, Tláhuac e Iztacalco.
Gabriel Regino destacó que el alto número de esos delitos en la Ciudad de México demuestra el fracaso
de la política de seguridad pública y crisis de gobernabilidad
Añadió que un factor que incidió fue el error negado de manera sistemática de que haya presencia del crimen organizado, lo cual provocó una omisión, una negligencia criminal en el combate a ese tipo de organizaciones
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Es un hecho, enfatizó, que ha aumentado la brutal ferocidad, cometen ya desmembramientos, decapitaciones, al igual que ha ocurrido en Tijuana, Monterrey, Acapulco, Ciudad Juárez... es un hecho que la capital está en abierta competencia con esas urbes
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–¿Qué debe hacerse para frenar esa situación?
–Primero reconocer la gravedad del problema, identificar los factores que motivan ese tipo de hechos, como la disputa entre bandas del narcomenudeo; además, se tiene que crear una fiscalía general fuerte.
Agregó que es fundamental depurar a la Policía de Investigación; echar para afuera a los que tengan actos o sospecha de corrupción
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Agregó que se debe atender la cuestión social, mantener los programas de ayuda, impulsar la integración temprana con jóvenes y atender la crisis en reclusorios”.