Luego de reunirse con el embajador de China en México, Qiu Xiaoqi, el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dedicó la tarde, señaló, a preparar un documento que forma parte de sus proyectos.

Antes de retirarse a su domicilio particular para redactar el texto, manifestó: Es de lo que estoy haciendo para terminar todas las acciones que vamos a llevar a cabo una vez que tomemos la Presidencia. Se informó que mañana realizará una nueva gira de trabajo, y es probable que sea al sureste.

Aparte, quien lo ha acompañado para coordinar las actividades de comunicación, César Yáñez, se reunió en privado con Antonio Rojas, quien es secretario particular del ex candidato presidencial del PRI José Antonio Meade.

A mediados de julio, López Obrador comentó su intención de reunirse con él, como acordaron la noche de la elección presidencial mediante una llamada telefónica.

Este jueves abundaron las personas que llegaban a la casa de Chihuahua 216, en la colonia Roma.

Representantes de comunidades de la Selva Lacandona se presentaron para solicitar que López Obrador intervenga por el incumplimiento de una promesa de la Secretaría de Hacienda –precisamente cuando Meade era titular–, de Petróleos Mexicanos y del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.

Enrique Chankin explicó que en 2017, durante una vista de los funcionarios, les prometieron entregarles 25 millones de pesos de Pemex para consolidar la reunificación de mayas, choles y tzeltales.

Refirió que hay preocupación en las comunidades, porque de ese monto, 5 millones de pesos se destinarían al cierre poligonal de la Selva Lacandona, un millón para un reglamento interno y 19 millones para proyectos productivos.

“La gente se preocupa porque dice: ‘si ya nos donó esos 25 millones, ¿dónde están? ¿Quién los maneja o cómo los va a manejar?’ Hasta ahorita no hemos visto el resultado, si se haya soñado o no”, declaró.

En tanto, recogedores voluntarios de basura de Ciudad de México se trasladaron a la casa de transición para reclamar la extorsión de que son objeto por el sindicato de limpia, que les exige cuotas de entre 30 y 50 pesos diarios. Llevaban máscaras similares a las utilizadas en la película V de venganza para cubrirse el rostro y evitar represalias, así como carteles donde reclamaban estabilidad laboral.