Washington

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este jueves la creación de un grupo de trabajo especial para contribuir a la solución pacífica y sostenible a la crisis de Nicaragua, que ha dejado cientos de muertos y miles de heridos desde el 17 abril. Antes de la votación, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, rechazó la convocatoria y el contenido de la resolución, al considerar que tiene carácter intervencionista contra el gobierno de Daniel Ortega.

El proyecto de resolución se aprobó con 20 votos a favor, cuatro en contra, ocho abstenciones y dos inasistencias de los 34 miembros activos de la OEA. La sesión extraordinaria fue convocada por ocho países miembros del bloque, entre ellos México y Estados Unidos, pese al rechazo que expresó el gobierno de Nicaragua y sus más cercanos aliados en la región, Venezuela y Bolivia.

El grupo de trabajo para Nicaragua se encargará de supervisar la situación en el país centroamericano y aportar soluciones, incluso por medio de consultas con el gobierno, para una pronta salida pacífica a la crisis, la más grave en el país en décadas.

El equipo se conformará antes antes del 10 de agosto y estará compuesto por Estados Unidos y Canadá, además de representantes de la Asociación Latinoamericana de Integración, el Sistema de Integración Centroamericana y la Comunidad Caribeña, grupos regionales que operan en la OEA.

Los enviados deberán presentar reportes mensuales al Consejo Permanente sobre sus gestiones y progresos en territorio nicaragüense, señala la resolución.

En respuesta, Moncada advirtió que el gobierno de Ortega no recibirá en su territorio a ninguna comisión o grupo de trabajo que organice este Consejo Permanente, porque Nicaragua no ha solicitado las reuniones ni la ayuda ni el apoyo a la OEA.

Las representaciones de Venezuela, Bolivia y San Vicente y las Granadinas, quienes votaron en contra de la resolución, respaldaron la postura de Moncada. Además intentaron impedir la sesión y demorar la votación.

Durante la acalorada sesión, Jorge Lomónaco, representante de México ante la OEA, afirmó que esta resolución es importante porque varias instancias de la OEA ya trabajan en Nicaragua, como el caso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero faltaba un ingrediente: el papel de los estados miembros. Este documento aporta eso.

La conformación de este grupo responde a la necesidad de contribuir al proceso del diálogo nacional en este país por medio del acompañamiento y el trabajo colaborativo con diferentes actores regionales e internacionales, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado.

Las representaciones de Chile, Brasil, Perú y Estados Unidos coincidieron que el gobierno nicaragüense debe poner fin a la violencia e inicie una solución a la crisis por todas las vías de diálogo.

En Managua la noticia fue recibida con júbilo por la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Iglesia católica, relacionadas en las mesas de diálogo con el gobierno de Ortega.

La OEA aprobó el documento tras adoptar hace casi dos semanas otra resolución que condena las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y llama a Ortega a respaldar un calendario electoral acordado en negociaciones, el cual pide elecciones anticipadas.

Horas antes la CIDH reportó que 317 personas han fallecido, incluidos 23 menores y 21 policías, hasta el 30 de julio durante las protestas antigubernamentales que sacuden al país desde el 17 de abril. Ortega sólo reconoce 195 decesos, mientras que la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos ha reportado 450.