Martes 31 de julio de 2018, p. 14
Un hombre y una mujer murieron la mañana de ayer durante una balacera en la que dos policías municipales y un civil resultaron heridos, mientras un niño de cuatro años fue retenido como rehén en Tijuana, Baja California; posteriormente, en la vivienda donde ocurrió el tiroteo se halló un bebé sepultado clandestinamente.
Un agresor, de entre 35 y 40 años, se enfrentó a la policía desde el interior de una casa, colocó en la puerta dos tanques de gas y amenazó con hacerlos explotar. Todas las corporaciones del estado y el Ejército se movilizaron para someter al individuo, quien se atrincheró en una vivienda de Paseo del Pedregal, en la delegación de Playas de Tijuana.
Según el jefe de la policía municipal, Marco Antonio Sotomayor, un civil (el herido) reportó que el sujeto lo atacó en la calle con un arma de fuego y cuando agentes llegaron a la dirección señalada fueron recibidos a balazos por el agresor
, quien mantenía a su propio hijo como rehén.
Sotomayor dijo que había diversas armas en el domicilio, pero no pudo precisar si la mujer –esposa del agresor–, quien murió abatida en el enfrentamiento, también disparó. El hijo de la pareja, de cuatro años, fue rescatado por una vecina.
La Unidad de Servicios Periciales analizó el patio frontal de la casa, donde estaban quebradas unas losetas. Tras horas de trabajo, anoche, 10 horas después del tiroteo, se rescató el cuerpo de un bebé.
Además, un comando acribilló a un policía municipal de Tijuana que vigilaba un centro comercial del oriente de esa ciudad. Le dispararon con al menos dos armas, pues se hallaron casquillos diferentes en la escena, en la colonia Ejido Francisco Villa, frente a la Plaza 2000, a un costado del colegio Real de Minas.
Entre la noche del domingo y este lunes, al menos 11 personas resultaron muertas en presuntas acciones de la delincuencia organizada; cuatro en Ciudad Juárez, Chihuahua, y siete en distintos municipios de Jalisco.