Bogotá

La defensa del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, acusado de manipular testigos en un proceso por supuestos vínculos con escuadrones paramilitares de ultraderecha, recusó el lunes a tres magistrados que lo investigan en la Corte Suprema de Justicia culpándolos de filtrar audios a la prensa.

Uribe renunció al Senado la semana pasada para asumir su defensa en la pesquisa en su contra por soborno y fraude procesal, después de que el máximo tribunal de la justicia colombiana lo llamó para una diligencia programada para el 3 de septiembre. Hasta ahora el Congreso no ha aceptado la dimisión del ex mandatario.

Hemos tenido conocimiento de que periodistas han tenido acceso a material probatorio del proceso. No había nadie distinto a la corte que tuviera acercamiento a ella. Fue filtrado a los medios de comunicación, dijo el abogado Jaime Granados en una rueda de prensa, en la que participó Uribe, al justificar la recusación de tres de los nueve magistrados de la sala penal.

Los delitos que se imputan al ex mandatario y al congresista Álvaro Hernán Prada implican penas de prisión de seis a 12 años.

Embate contra la corte

Uribe, quien durante su gobierno, entre 2002 y 2010, lanzó una ofensiva militar contra las guerrillas izquierdistas, ha cuestionado la independencia de la corte y ha declarado su inocencia.

Soy un hombre de honor, nunca ha sido mi intención ni ha pasado por mi mente hacer algo para quitar a la Corte Suprema la competencia para que conozca este caso, declaró Uribe.

El ex mandatario, de 66 años, quien no ha desvirtuado la autenticidad de los audios filtrados, dijo que no se le puede acusar de manipular testigos cuando lo que busca es desmontar un entramado judicial en su contra.

Lo importante es que se conozca la verdad. Ni mis abogados ni yo hemos cometido un delito. Lo que he hecho es ejercer mi legítimo derecho a desmontar falsos testigos, aseveró.

La semana pasada el político acusó al presidente Juan Manuel Santos y a la inteligencia británica de orquestar un complot en su contra.

Con la renuncia de Uribe, el Centro Democrático pierde a su principal líder en el Congreso, donde el presidente electo, Iván Duque, busca impulsar reformas económicas, sociales y el acuerdo de paz.