Contagiados, hasta 3% de mexicanos
Ayer se conmemoró el Día Mundial contra este padecimiento
Domingo 29 de julio de 2018, p. 30
De los cinco tipos de hepatitis existentes, la variante C es la que mayor preocupación causa a científicos y médicos. Su contagio es cada vez más común y se calcula que en México de uno a tres por ciento de la población padece esta afección, de acuerdo con César Rivera Benítez, académico de posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para la de tipo C aún no existe vacuna, y una vez adquirida se desarrollan formas crónicas que pueden llevar a complicaciones hepáticas a mediano y largo plazos. La que más inquieta es la fibrosis y cirrosis hepática, asociada a adenocarcinoma, detalló.
Si la hepatitis en cualquiera de sus tipos (A, B, C, D o E) es diagnosticada y tratada a tiempo, puede curarse hasta en 98 por ciento de los casos.
En el Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemoró ayer, el universitario indicó que esta enfermedad consiste en un proceso inflamatorio del hígado por causas de origen tóxico, infeccioso, degenerativo o neoplásico.
Las tipo A y E se adquieren vía oral, a través de alimentos contaminados; en la B y C el contagio se realiza mediante transfusiones, contacto de mucosas, perforaciones de la piel, tatuajes, uso de agujas contaminadas y lesiones ocasionadas con objetos cortantes; la D se adquiere cuando el paciente ya padeció hepatitis crónica B y se agrega el antígeno delta para complementar la infección
, explicó.
La A y B se previenen con vacunación, la E con el buen manejo de alimentos, pero en la C no existe vacuna y es preocupante porque en estos casos se desarrollan formas crónicas. Además, el contagio de la C aumenta cada vez más entre usuarios de drogas intravenosas, debido al uso de jeringas contaminadas
, dijo.
En México, el porcentaje de hepatitis crónica varía de uno a tres por ciento, dependien-do de la región geográfica, el tipo de comunidad y los factores de riesgo. Por ejemplo, en la zona fronteriza del norte, donde grupos marginales utilizan con mayor frecuencia drogas intravenosas, hay más casos y por ello está autorizada la realización del escrutinio
, expuso el infectólogo.
En el caso de las transfusiones, la sangre que se dona hoy en hospitales es sometida a pruebas de detección de anticuerpos para hepatitis C, por lo que es prácticamente imposible que se transmita por este medio.
Dentro de los casos de hepatitis C, abundó, entre 20 y 30 por ciento de las personas que la padecen se curan en forma espontánea, el resto transita a formas crónicas que pueden permanecer hasta 25 años sin síntomas, dependiendo de la existencia de otras enfermedades.