En 34 años de existencia, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) ha conseguido crear un grupo de académicos con alto nivel de estudios y experiencia internacional que producen conocimiento científico y tecnológico de alta calidad. Sus integrantes, sin embargo, representan apenas una minoría privilegiada en el ámbito de la enseñanza superior.

En 2015 los académicos pertenecientes al SNI –creado el 26 de julio de 1984– representaban sólo 5 por ciento de los más de 400 mil que laboraban en el país; según diversas encuestas, ganan en promedio el doble de lo que percibían sus pares sin membresía, aun cuando estos últimos fueran profesores de tiempo completo, indica Marion Lloyd, de la Dirección General de Evaluación Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En un artículo publicado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), Lloyd señala que los integrantes del SNI –al que en 2018 pertenecen 28 mil 633 académicos– son también los más educados, pues casi todos cuentan con doctorado y la quinta parte con posdoctorado, son quienes ostentan mayor nivel de capital cultural, experiencia y de movilidad internacional.

Además, están concentrados en los polos de mayor influencia y desarrollo socioeconómico del país.

Las percepciones de los científicos y académicos en México dependen de factores como la institución en la cual trabajan y el nivel que tengan dentro de ella, así como si cuentan con estímulos de productividad por parte de su institución o si pertenecen al SNI y si es miembro de este sistema en qué nivel se encuentra, además si ocupa un cargo administrativo, entre otras cosas. Según un estudio de la Universidad de Guadalajara, en promedio las percepciones en la academia van de los 20 a los 120 mil pesos mensuales.

Según el reglamento del SNI, hay cinco categorías: candidato a investigador nacional, con un estímulo mensual de 7 mil 4 pesos; investigador nacional nivel I, 14 mil 8 pesos; nivel II, 18 mil 746 pesos, nivel III e investigadores nacionales eméritos, 32 mil 857 pesos.

Los investigadores que se encuentran adscritos a alguna institución ubicada fuera de Ciudad de México reciben adicionalmente un tercio del estímulo que le corresponde al candidato a investigador nacional, es decir, 2 mil 334 pesos.

Los estímulos del SNI son independientes de los ingresos que cada investigador percibe por el desempeño de su empleo, cargo o comisión dentro de una institución pública o privada y según el reglamento del SNI están exentos de impuestos.

El salario promedio de los académicos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es de 27 mil 58 pesos, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) es de 41 mil 695 pesos, en El Colegio de México (Colmex), de 20 mil 41, en el Instituto Politécnico Nacional, de 33 mil 34 pesos y en la Universidad Autónoma Metropolitana, de 31 mil 196.

De acuerdo con el académico Manuel Gil Antón, del Colmex, hay una grave segmentación de los ingresos en la academia. Hay una primera clase, con sueldos de 46 mil pesos mensuales o más, de los cuales 50 por ciento es producto de esos bonos; ahí es donde están los miembros del SNI. Luego está una clase turista, con ingresos promedio de 23 mil pesos, y en tercer lugar el inframundo, donde está casi 80 por ciento de los académicos del país. A ellos les pagan por hora: 80 pesos cada una, en promedio, en las universidades públicas, 150 si imparten cátedra en las privadas y 50 pesos en las populares.