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Explicación, insuficiente: Brasilia

Nicaragua no convence sobre el asesinato de joven brasileña

Informa Managua que ya detuvo al presunto homicida

 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de julio de 2018, p. 23

Johannesburgo

Brasil consideró extremadamente insuficiente la información entregada por Nicaragua sobre la muerte a tiros de la estudiante brasileña Reynéia Gabrielle da Costa Lima, en el contexto de las protestas contra el presidente Daniel Ortega, afirmó ayer el canciller brasileño Aloysio Nunes.

La Policía Nacional nicaragüense informó de la captura del supuesto autor del asesinato de Da Costa, identificado como Pierson Gutiérrez Solís, de 42 años, crimen atribuido originalmente a las fuerzas paramilitares oficialistas que participan en la violenta represión contra los manifestantes antigubernamentales.

“Fue capturado Pierson Gutiérrez Solís, presunto autor de los disparos que privaron de la vida a la ciudadana Raynéia Gabriela da Costa Lima Rocha. Le fue decomisada un arma de fuego tipo carabina M4”, comunicó la policía de Managua en una escueta nota de prensa luego de que el canciller brasileño cuestionó severamente desde Sudáfrica a las autoridades nicaragüenses: ¿Quién fue? ¿Cuál fue el calibre del arma? ¿En qué circunstancias ocurrió? No ha habido hasta ahora un esclarecimiento de ese episodio y vamos a insistir, porque nos parece un asunto absolutamente inaceptable, subrayó Nunes, quien participa en una cumbre del grupo de potencias emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Nunes reiteró el rechazo de su país al abuso de la fuerza de policías y grupos paramilitares cercanos al gobierno Ortega para reprimir las protestas antigubernamentales, que han dejado unos 448 muertos, 595 desaparecidos y 2 mil 830 heridos en 100 días de violencia en Nicaragua, de acuerdo con la independiente Asociación Nicaragüense pro Derechos Humanos.

La estudiante brasileña, quien cursaba en Nicaragua el último año de medicina, fue baleada cuando se dirigía en vehículo a su residencia en el suroeste de Managua, el lunes pasado, explicó el activista y rector de la Universidad Americana, Ernesto Medina.

Testigos denunciaron que el día de los hechos paramilitares dispararon contra el automóvil de la joven, quien fue llevada gravemente herida al hospital por su novio, pero falleciópor la madrugada del martes, detalló Medina.

La zona donde la brasileña fue atacada es de dominio de grupos paramilitares, manifesó el director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Gonzalo Carrión, ya que en esa área viven altos funcionarios del gobierno, entre ellos Francisco López, vicegerente de la petrolera Albanisa, filial de la paraestatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima, y a raíz de las protestas el lugar quedó altamente protegido por sujetos armados.

En tanto, el Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua despidió a más de una veintena de médicos y enfermeras del hospital público Óscar Danilo Rosales, de la ciudad occidental de León, debido a que atendieron a manifestantes heridos durante las recientes protestas contra el gobierno, denunciaron varios afectados.

El gastroenterólogo Javier Pastora indicó a la prensa que él es uno de los especialistas cesados. En el grupo figuran pediatras, ortopedistas, infectólogos, cirujanos plásticos, anestesiólogos y el único oncólogo pediatra que tenía el nosocomio.

Esto afectará seriamente la calidad de la atención de nuestros pacientes, lamentó Pastora, quien era el jefe del área de cirugía del principal hospital del occidente del país y posee una larga trayectoria como docente.

Pastora atribuyó el despido a que los médicos atendieron a manifestantes lesionados durante las protestas que estallaron el 18 de abril, desafiando una presunta orden de la dirección y del Minsa de no darles servicio médico. Indicó que en las cartas de despido, firmadas por la directora, Judith Lejarza Vargas, se les informa que prescinden de sus servicios sin explicar las razones.

Estudiantes universitarios de León, tradicional bastión sandinista, realizaron un plantón pacífico frente al hospital, en solidaridad con los despedidos y para protestar por lo que consideraron una represalia.