Si la vaquita marina desaparece, significaría que hemos perdido la guerra contra la extinción y si no podemos proteger esta especie – el cetáceo más pequeño del mundo– hay poca esperanza de atacar otros problemas que amenazan nuestra integridad como civilización, afirmó el doctor Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Nuestro país tiene que declarar estado de emergencia en el Alto Golfo de California y poner en semicautiverio al mayor número posible de ejemplares de esta especie, para evitar que se extinga en los próximos meses, pues se calcula que quedan menos de 30 individuos.

El académico hizo un llamado para que el gobierno mexicano no baje la guardia en su protección y para que la siguiente administración garantice continuidad en las acciones para su cuidado, así como creatividad para conservar y manejar la biodiversidad del país.

Ceballos, quien ha recibido 22 premios nacionales e internacionales por su trabajo a favor de la conservación de la naturaleza, dirige el Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de la UNAM. Aseguró que la conservación de algunas especies en peligro ha sido exitosa en México en décadas recientes, por lo que sus poblaciones están en recuperación, como la tortuga golfina, pues este año anidaron más de 2 millones de ejemplares en las costas de Oaxaca.

Es fundamental que el siguiente gobierno, que está tomando posiciones sobre el Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México y las obras de infraestructura, lo haga también sobre la vaquita marina. No se debe bajar la guardia y hay que considerar medidas nuevas, extremas, porque se extinguirá en meses si no hacemos algo.