Bogotá

El ex presidente colombiano Álvaro Uribe, quién renunció a su curul en el Senado en medio de una investigación de soborno y fraude de la Corte Suprema de Justicia, acusó este miércoles al presidente, Juan Manuel Santos, y a la agencia de inteligencia MI6 de participar en un montaje en su contra.

La Corte Suprema investiga si Uribe y el congresista Álvaro Hernán Prada manipularon testigos en el contexto de un caso judicial en el que se acusa al ex presidente de tener vínculos con escuadrones paramilitares de ultraderecha.

Uribe, quien durante su gobierno entre 2002 y 2010 lanzó una ofensiva militar contra las guerrillas izquierdistas, es mentor de Iván Duque, presidente electo que proviene del partido derechista Centro Democrático.

Hay reiteradas denuncias de que las grabaciones las hizo la agencia británica MI6, amigos de Juan Manuel Santos. Autoridades extranjeras en una treta en mi contra, tuiteó Uribe, sin presentar mayores evidencias.

La Corte Suprema admitió el martes como pruebas en el caso grabaciones de llamadas interceptadas por las agencias de inteligencia colombianas, al menos una de ellas entre Uribe y un amigo, en la que el político asegura que están siendo grabados y que fueron seguidos en un acto político.

La grabación de la llamada fue divulgada por medios locales en febrero y el ex presidente no negó su autenticidad.

Es la primera vez en la historia de Colombia que la corte llama a declarar a un ex presidente. Uribe ha denunciado la falta de independencia de la Corte Suprema.

No hubo una reacción del gobierno de Santos, quien dejará la presidencia el próximo 7 de agosto, ni de la portavoz del Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido.

En tanto, la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) convocó a un paro de 24 horas para protestar por la ola de asesinatos de líderes sociales, defensores de los derechos humanos y docentes, que supera la cifra de 300 casos en los pasados dos años.

Según los registros del gremio, en cuatro años al menos 60 educadores fueron asesinados y en los pasados 20 años la cifra es cercana a los mil casos.

En lo que va del 2018, el número de docentes asesinados, por su compromiso con la lucha social y sindical registra un incremento preocupante, señaló Fecode, que agrupa a más de 300 mil maestros.