La investigación que realizó el Instituto Nacional Electoral (INE) sobre el fideicomiso Por los demás, además de ser deficiente y sustentada en falacias, presenta errores procedimentales en los cuales se basó el organismo para llevar las indagatorias mucho más allá del alcance que tenía la queja presentada por el PRI, que se circunscribía a que se investigara si había fondos provenientes de las prerrogativas, asevera el recurso interpuesto por Morena ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En sus argumentaciones basadas en las conclusiones sobre el motivo original de la queja priísta, subraya que el INE descartó que Morena trasladara dinero al fideicomiso. Desde ese momento el INE dejó de tener competencia para realizar cualquier tipo de investigación relacionada con un fideicomiso de naturaleza privada, ya que la propia autoridad responsable concluyó que no existía medio de convicción suficiente para acreditar que el partido, en su carácter de instituto político, hubiese tenido participación en las actividades del mencionado fondo.

Para el partido, lo procedente no era haber modificado los alcances de la investigación derivada de la queja príista, que debió haber concluido al confirmar que no hubo dinero de las prerrogativas de Morena en el fideicomiso. Por el contrario, sin dejar de reconocer las facultades fiscalizadoras del INE –añade el documento– debió haber ordenado la apertura de un nuevo procedimiento, dentro de un expediente diverso al que dio origen a la queja.

Por todo ello, para Morena el procedimiento realizado deviene ilegal e inconstitucional el acto impugnado por indebida valoración de pruebas. Ya puestos en el camino de la desviación de la línea de investigación, según se ha informado, la autoridad sostiene que el vínculo con el partido se generó a partir de las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador en las que sostuvo que el instituto político apoyaría a los damnificados aportando 50 por ciento de los recursos que se le asignaron. La queja y la línea de investigación no fueron suficientes, razón por la que se tergiversó la queja misma.

El documento de Morena señala que de las indagatorias sólo se desprende que “se tiene por acreditado como ingreso el dinero, una parte en efectivo y otra a través de transferencias y cheques nominativos, así como la salida de los fondos, pero no que ello hubiera sido en beneficio del partido. Se incurre en una falacia llamada de ‘afirmación consecuente’.

El hecho de que existan las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador y del Consejo Nacional de Morena, no significa que el dinero hubiera ingresado al fideicomiso a su nombre, se hubiera manejado por el partido y se hubiera entregado al destinatario final en su nombre.

Por ello, el partido sostiene que “la autoridad realizó una investigación deficiente, debió seguir la indagatoria para conocer adónde se destinaron los recursos que fueron entregados a los ‘dispersadores’, es decir, la autoridad se limita a señalar que el instituto político incurrió en irregularidad consistente en la omisión de reportar gastos, pero ni siquiera tiene por acreditado que los recursos hayan sido de Morena”, añade.