Ofrecen sus productos en redes sociales, y después de un tiempo –que ellos consideran suficiente– eliminan la publicación para no llamar la atención de las autoridades. Hacen envíos a todo México, pero también los hacen llegar a Guatemala, Ecuador, Perú, Estados Unidos y Chile.

Son los dealers cibernéticos de sustancias sicoactivas que operan en México y de las que obtienen grandes ganancias de una forma lícita, al no estar reguladas las drogas que ofrecen a los consumidores.

Un informe que entregó la Comisión Nacional de Seguridad –por conducto de las divisiones Antidrogas y Científica de la Policía Federal– a la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, alerta de 15 nuevas sustancias sicoactivas (NPS) que se ofrecen por Internet en México.

De acuerdo con la investigación, análisis y patrullajes en sitios de Internet, la Policía Federal (PF) obtuvo información para conocer que los dealers cibernéticos adquieren las sustancias en Holanda, España y China, para luego ofrecerlas por Facebook, principalmente.

Una vez que el posible comprador hace el primer contacto con el vendedor en su red social, la transacción pasa a un grupo cerrado, despúes se mandan mensajes por inbox, intercambian números de teléfonos móviles y la transacción se cierra por WhatsApp.

Los primeros envíos se hacen por paquetería, pues el dealer resguarda su identidad. De no llegar la mercancía, la envía de nuevo sin costo adicional. Acepta pago con tarjeta de crédito, débito y transferencias; el pago en efectivo casi no ocurre.

Cuando el consumidor se gana la confianza del distribuidor, las entregas pasan a ser de manera presencial. Se citan en lugares concurridos como alguna estación del Metro, incluso, el dealer agrega una muestra gratis, porque ya es cliente.

El documento entregado en abril, indica que los vendedores tienen entre 17 y 32 años, son de un nivel socioeconómico medio-alto y tienen conocimientos de informática.

Las sustancias que la PF detectó que se venden por internet son: mescalina (alucinógeno), AB-Chminaca (cannabinoide sintético), así como los sicoactivos y estimulantes NBOMe, DOC, LSD+DOC, 25I-NBOH, proscalina, 2C-D, 2C-I, 2C-E, 2C-C, 2C-P, 25B-NBOMe y 25I-NBOMe.

Detalla que, por ejemplo, el distribuidor consigue un gramo de 25I-NBOMe en 9 mil 200 pesos; de ese gramo puede obtener 36 planillas con 25 estampas cada una (la estampa lleva la droga). Si vende las planillas completas, obtiene una ganancia de 54 mil pesos, aproximadamente, pero si su venta es por estampa, la ganancia puede llegar a los 160 mil pesos.

Para la PF, una de las preocupaciones es que las NPS se están mezclando con drogas tradicionales (cocaína, mariguana, heroína) para potenciar los efectos, lo que aumenta el riesgo para el consumidor.

Las NPS difícilmente se pueden regular, pues al modificarse las fórmulas salen de la lista de drogas reguladas y se les considera como sustancias nuevas. La dependencia considera que ante la falta de regulación, la compra por Internet es sencilla, se diversifica el mercado y las dosis que se comercializan son en pequeña escala, lo que dificulta su detección.