En México, 3 mil 201 personas forman parte del Registro de Supervivientes de Cáncer al mantenerse por cinco años libres de la enfermedad, que es la tercera causa de muerte en nuestro país. Abelardo Meneses, director del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), informó que realizarán un estudio genético de estos pacientes para entender qué factores pueden influir para que con el mismo desarrollo de la enfermedad algunos logren superarla y que otros no. Queremos saber si la respuesta está en los genes.

Además, se impulsará un plan nacional de prevención y detección oportuna del cáncer que permita a los sistemas de salud, sin importar la dependencia, mejorar los mecanismos para detectar la enfermedad en sus primeras etapas, desde las consultas médicas de primer nivel.

Es un proyecto que requerirá recursos estimados en 30 mil millones de pesos que puede iniciar con la infraestructura y recursos que ya tenemos para prevención, pero debemos coordinarnos mejor, optimizarlos y mejorar su calidad, señaló el funcionario.

Al conmemorar el Día del Sobreviviente de Cáncer, Meneses destacó que este padecimiento no sólo afecta la salud, sino también la vida social, emocional, sicológica y económica del enfermo, y no podemos quedarnos como médicos sólo con saber que nuestro paciente ya superó la enfermedad, tenemos que darle un seguimiento a su proceso posterior.

Al presentar los primeros resultados del registro, destacó que 96.8 por ciento de los sobrevivientes presenta efectos secundarios como fatiga, cansancio, dolor óseo, depresión, ansiedad y neuropatía; 82.7 por ciento tiene efectos en su sexualidad como falta de deseo y rechazo a su pareja; 50 por ciento siente temor a una recaída y se ha sentido discriminado por su enfermedad.

Debido a que en México se generan hasta 195 mil nuevos casos de cáncer al año y ocasiona poco más de 84 mil muertes, se considera uno de los principales retos de salud pública, por lo que Meneses insistió en que debemos hacer un esfuerzo para mejorar la detección temprana, pues siete de cada 10 pacientes llegan en etapas avanzadas al tratamiento, a lo que suman otras enfermedades como diabetes, obesidad e hipertensión.

Explicó que de las 164 escuelas de medicina que existen en el país, sólo en 10 por ciento se imparten asignaturas de oncología a los médicos y enfermeras, pese a que se requiere un mayor número de especialistas, pues también impacta la atención temprana del paciente.

Ante expertos, organizaciones civiles y personas que enfrentan la enfermedad, Meneses afirmó que es necesario reducar a nuestros médicos para atender correctamente al paciente sobreviviente de cáncer y enfocarnos a los síntomas secundarios.

Consideró necesario crear cursos de apoyo sicológico y emocional, por ejemplo para quienes pierden a su pareja, porque algún órgano de su cuerpo fue mutilado o tiene efectos secundarios y tienen temor a ser rechazados. Debemos ayudarlos para que puedan reinsertarse en su vida, incluido el mundo laboral, porque se desconoce si una persona que ha sobrevivido al cáncer es más fuerte que otra que no (lo ha padecido). Además, valora más la vida, concluyó.