Muchos siguen viviendo en la calle
Demandan un proyecto integral de reconstrucción y estímulo económico
Viernes 20 de julio de 2018, p. 28
Jojutla, Mor.
Diez meses después del terremoto que devastó esta ciudad, a las familias damnificadas sólo les queda una esperanza: que las autoridades federales, estatales y municipales recién electas pongan en marcha un verdadero plan de reconstrucción que incluya hogares, negocios, servicios públicos e infraestructura urbana.
En un recorrido se observó que varias familias aún viven en cobertizos plástico, casi a la intemperie, pues muchas fueron excluidas del censo para recibir apoyos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y del fideicomiso estatal Unidos por Morelos.
Aquellas que fueron registradas por haber perdido sus casas dijeron que los 120 mil pesos que les entregaron sólo les alcanzaron para hacer algunas paredes o viviendas pequeñas en obra negra y están a la espera de recursos para terminar sus hogares.
En los casos en que se determinó que las viviendas sólo sufrieron daños parciales, el Fonden entregó 30 mil pesos que no alcanzan para un muro o un techo, mucho menos para una plataforma de 30 centímetros de espesor como la que colocaron en viviendas nuevas y dañadas para que resistan otro sismo.
Los damnificados de aquel 19 de septiembre esperan que se cumpla el plan de reconstrucción que el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ofreció el pasado 25 de mayo, durante un mitin de campaña efectuado en la zona deportiva La Perseverancia, acompañado del entonces candidato a gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo.
En Jojutla, los candidatos comunes de los partidos Morena, Encuentro Social y del Trabajo, que integraron la coalición Juntos Haremos Historia ganaron la alcaldía (con 59 por ciento de la votación), la gubernatura (52 por ciento) y la diputación local (49 por ciento), además de la curul federal, la senaduría y la Presidencia.
‘‘Votamos por Andrés Manuel López Obrador, por Cuauhtémoc, por Juan Ángel (Flores Bustamante) y por los demás candidatos de Morena porque confiamos en que nos ayudarán. Ya llevamos 10 meses sin casa. Espero que cumplan’’, dijo Amanda Morán Brito, damnificada de la calle 18 de Marzo de la colonia Emiliano Zapata.
Reconoció que el alcalde electo, Juan Ángel Flores, los ayudó desde que ocurrió el desastre, igual que el ex presidente municipal y ahora diputado electo del distrito local 11, con sede en Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez.
Morán Brito recibió 120 mil pesos y, con ayuda de la asociación Proyecto Esperanza, le hicieron una casa nueva, pero ya está endeudada. Cada semana pagaba entre 5 mil y 8 mil pesos a los constructores y aún falta todo el piso, tinaco, mobiliario de baño y de cocina, además del menaje que perdió cuando su casa se desplomó.
Los damnificados no incluidos en el Fonden ni en el fondo estatal porque sus casas ‘‘no sufrieron daños’’, según las autoridades, esperan que las nuevas autoridades los apoyen para que la vida en Jojutla vuelva a la normalidad.
Rosa Pacheco Hernández, damnificada de la calle 20 de Noviembre, colonia Emiliano Zapata, narró que a su madre le dieron el apoyo del Fonden, pero sólo le alcanzó para hacer ‘‘un cuartito y una barda incompleta’’. Por eso demanda a las autoridades electas que regresen y elaboren un verdadero plan que rescate a Jojutla y su economía, aún paralizada.
Se quejó de que a ella y a sus hijos no les dieron apoyo del Fonden y ha insistido ante el gobierno del estado que la incluyan en el fideicomiso Unidos por Morelos, pero que ‘‘a pura vuelta me traen, y papeles y papeles’’, sin que el gobierno que encabeza Graco Ramírez le entregue el material de construcción que le corresponde.
En las ocasiones recientes en que ha ido a Cuernavaca ya le dijeron que está en la lista, pero tendrá que esperar a la nueva administración estatal, porque los actuales funcionarios del fideicomiso estatal ‘‘dicen que ya se van’’.
Instó a las autoridades a solucionar el problema porque, como viven en la intemperie, corren mayor riesgo. La semana pasada cuando personas armadas mataron a un hombre en las inmediaciones de la zona cero, y en fechas ha habido robos en las viviendas improvisadas.
También demandó que apoyen al comercio y a los trabajadores. Su familia, señaló, tenía una panadería y desde hace un mes intentan levantarla, pero necesitan el respaldo de los tres niveles de gobierno porque ya tienen deudas que, aseguran, son prácticamente impagables.
Los servicios de agua y drenaje se han ido regularizando, pero carecen de energía eléctrica porque no hay casas construidas que soliciten contratos. Los pequeños focos que usan en sus tiendas de plástico están conectados a las casas de sus vecinos o se conectan de manera irregular a la red eléctrica.
En la avenida principal de Jojutla avanzan la rehabilitación de servicios públicos y la pavimentación; también se trabaja en la explanada donde estaba el zócalo, en el parque municipal y en el edificio del ayuntamiento.
Según un censo, en Jojutla resultaron dañadas 3 mil de las 6 mil 500 viviendas. El sismo agrietó la mayor parte de las construcciones de la cabecera municipal, entre ellas todas las escuelas y todas las iglesias.
El temblor también dejó inservibles las redes de agua potable, drenaje y energía eléctrica y, según la diócesis de Cuernavaca, de las 74 personas muertas en la entidad, 27 eran de Jojutla.
Empleados municipales que trabajan en oficinas alternas (el ayuntamiento quedó dañado) indican que la mayoría de los más de 55 mil habitantes de Jojutla resultaron afectados de una u otra forma porque ‘‘hubo quienes perdieron familiares, salud, hogar, trabajo, escuela, autos, iglesia, negocio, mercancías, mercados o servicios públicos’’.