Estrenan en el teatro El Galeón obra ‘‘mutante’’ en la que el espectador deviene dramaturgo y protagonista
Miércoles 18 de julio de 2018, p. 3
¿Qué es lo que más les frustra del tiempo?, se cuestiona al cruzar el umbral del oscuro foro. Antes, un cuadernillo con ejercicios y un plumón se entrega a cada espectador, quien en algún momento se convertirá en dramaturgo y protagonista de la obra ‘‘mutante’’ Nada siempre, todo nunca, que desde el pasado lunes desarrolla temporada en el teatro El Galeón.
Indagar la precariedad, el desgaste y el cansancio detonó este trabajo sobre el tiempo y la posibilidad de frenarlo, refirió Mariana Gándara, autora y directora de ese experimento escénico.
‘‘Habitamos en una sociedad en la que el tiempo dejó de pertenecernos. Todos sentimos que corremos de un lado a otro, se nos va la vida, no nos alcanza y, entonces, comenzamos a pensar desde la idea de la colectividad que permite el teatro”, explicó al presentar la propuesta que hilvana acciones, reflexiones e imágenes.
‘‘Un proyecto de Colectivo Macramé y (pon tu nombre aquí)’’, se pide en el hueco en blanco del cuadernillo con diversas instrucciones para que el público detone la obra en tiempo real.
‘‘Se trabaja mucho con el convivio, que estamos todos juntos aquí y ahora”, añadió la autora. ‘‘Comienza en nuestras manos, escriben en el cuaderno y al final la obra es de ellos. Intentamos borrar la diferencia entre la escena y los espectadores. Somos un nosotros que buscamos detener el tiempo, frenar el reloj”.
Gándara definió: ‘‘Es una obra que ha ido mutando”. Cada temporada es distinta, desde el estreno en abril de 2017 en Bogotá, en dos temporadas en el cine Tonalá, otra en el teatro Santa Catarina y ahora en el foro del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro).
La coyuntura ha sido incorporada en la narrativa, como ocurrió después del terremoto del pasado 19 de septiembre, donde el concepto de ‘‘casa” adquirió una nueva vertiente.
Las actrices y la directora escénica han visto de todo en esta pieza desbocada por el deseo del espectador: correr, cantar, viajar, hablar con la madre después de muchos años. ‘‘Termina como un fandango, una fiesta, porque también llegamos a la conclusión: ¿dónde está la posibilidad de la ternura en una protesta?”
Presión sanguínea, reloj primigenio
El Colectivo Macramé es una plataforma fundada hace 10 años. Más que una compañía convencional, es la catapulta para convocar a diversos artistas en cada iniciativa, la que no siempre es teatral, pues han hecho instalación interactiva, videoarte, coreografía o arquitectura en México y Suiza.
‘‘Hay rabia, porque hay mentira. ¿A quién pertenece el tiempo si no existe?”, dice una de las involucradas en el montaje, siete actrices y la directora, quien adelantó que es una pieza hecha por mujeres, ‘‘no por algún postulado ideológico, sino por azares del destino”. Sin embargo, eso marcó la forma de organización y al final permea en el resultado. ‘‘Hay algo del poder de las mujeres en las imágenes y en la manera de relacionarse con el público”, consideró Mariana Gándara.
Entre las manos con velas se inicia el diálogo con la afirmación: ‘‘Las unidades de medida del tiempo no son aleatorias. La presión sanguínea es nuestro reloj primigenio”. El público, incitado a tomar el eje rector, aprende que ‘‘todo en la vida es una sugerencia. Equivócate, deambula, pierde el equilibrio, es tu derecho”, en esta obra con funciones lunes y martes a las 20 horas. La temporada concluirá el 18 de septiembre.
