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La transición

El costo de la debacle

En el PRI se infiltró la simulación, dice René Juárez al dejar dirigencia

Ruiz Massieu, al relevo; Moreira, secretario general

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▲ René Juárez Cisneros, Claudia Ruiz Massieu y Rubén Moreira en el cambio de la dirigencia nacional del tricolor.Foto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Martes 17 de julio de 2018, p. 5

René Juárez Cisneros renunció ayer a la presidencia nacional del PRI –en la que permaneció apenas dos meses y medio, después del proceso electoral que ubicó al PRI como tercera fuerza nacional, perdió la Presidencia de la República y el control en las cámaras de Diputados y Senadores– para asumir una diputación federal por la vía plurinominal y buscar la coordinación de la bancada en San Lázaro.

Claudia Ruiz Massieu, quien hasta ayer era secretaria general, asumió ayer la dirigencia nacional del tricolor, y en su lugar quedó el ex gobernador Rubén Moreira.

En su mensaje de despedida ante los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y dirigentes de los sectores del partido, Juárez Cisneros resaltó que el primero de julio pasado el pueblo de México votó y decidió alejarnos de manera contundente el respaldo en las urnas.

Pidió que se reflexione por qué hemos llegado hasta aquí, qué hicimos y qué no. Tenemos que responder escuchando a la militancia; ellos son a quienes les toca hablar. No debemos olvidar que siempre ha sido más grande y mejor la militancia.

En su crítica al partido, subrayó que el reclamo histórico de la militancia ha sido la democracia interna para elegir dirigentes y gobernantes. Preguntémonos entonces ¿por qué hemos desoído siempre esta demanda?

Juárez Cisneros llegó como emergente a sustituir a Enrique Ochoa Reza, quien dirigió al PRI de julio de 2016 a mayo de este año, apenas 59 días antes de los comicios, en donde las encuestas mes tras mes destacaban que el aspirante priísta a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, no despegaba del tercer sitio.

Ante los representantes de los sectores e integrantes del CEN, Juárez Cisneros cuestionó: ¿cómo vamos a devolver el poder al partido? ¿Cómo construir un partido para luchar por el poder, para servir a la gente, y no un partido para servir al poder?.

Pidió a los dirigentes: tenemos que aprender de las grandes lecciones, cuando nos cerramos no entendimos los cambios de la sociedad; la sociedad se abrió y nosotros nos cerramos; hoy nos abrimos a destiempo. En los pasados 72 años el Revolucionario Institucional sólo se ha adecuado cosméticamente; pareciera que no leímos bien el 68, el 88, el 97, el 2000 ni el 2006, y en 2012 perdimos la oportunidad.

En su largo discurso en ningún momento se refirió a la corrupción, que tiene molestos a los ciudadanos. Juárez Cisneros dijo: tenemos que preguntarnos, ¿nos cambiaron porque no cambiamos? y ¿cuál es la transformación real y profunda del PRI? Concluyó que la actual transformación futura del PRI debe ser del tamaño de su derrota actual.

En la sala de prensa del CEN del PRI, destacó Veo a un PRI alejado de sus bases, que reclaman cercanía de su dirigencia y demandan respeto; veo un partido en el que se ha infiltrado la simulación y demanda democratizar sus procesos internos y la toma de decisiones.

En ese contexto, apuntó: quiero un PRI que interprete y que entienda la nueva realidad social, porque México, a partir del primero de julio, es otro; tenemos con humildad, que aprender a conocerlo.

Expresó que quiere un partido alejado de la soberbia y del burocratismo, uno que enarbole las banderas sociales, que se ponga al frente de las causas populares, que trabaje por los derechos sociales, los derechos humanos y por los desprotegidos.

Como una justificación a su renuncia dijo que el tricolor requiere dirigentes sensibles. El PRI requiere dirigentes, legisladores y servidores públicos de tiempo completo, para que éstos dirijan, los legisladores legislen y los administradores administren.

Añadió: quiero un partido donde las cúpulas no decidan; que decidan sus militantes. Quiero un PRI donde sus militantes nombren a sus candidatos y a sus dirigentes.

A su vez, Ruiz Massieu anunció que convocará a la Comisión Política Permanente y al Consejo Político Nacional para formalizar el cambio de dirigencia.

Estatutariamente, en 60 días se debe convocar a los órganos del PRI a la ratificación o elección de la nueva dirigencia, para que concluya el periodo 2015-2019.