ágase lo que se haga, la inercia económica mexicana se mantiene y la perspectiva de crecimiento de México no pasa de 2 y pico por ciento anual (proporción registrada en los últimos 36 años), de tal suerte que un giro en la política respectiva resulta la única esperanza para quitar los candados y lograr que nuestro país avance decididamente.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) divulgó ayer la actualización de sus Perspectivas de la economía mundial (de las que se toman los siguientes pasajes) y para el caso mexicano estima un crecimiento de 2.3 por ciento en el presente año y de 2.7 por ciento en 2019. El FMI proyecta que el crecimiento económico deAmérica Latina experimentará un ligero aumento, de 1.3 por ciento en 2017 a 1.6 por ciento en 2018 y 2.6 por ciento en 2019 (0.4 y 0.2 puntos porcentuales menos de lo proyectado enel informe de abril).

Aunque el alza de los precios de las materias primas continúa brindando respaldo a los exportadores de la región, el empañamiento de las perspectivas respecto del informe de abril refleja la complicación del panorama para las grandes economías, debido a la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas (Argentina); los persistentes efectos de las huelgas y la incertidumbre política (Brasil), las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del TLCAN y el programa de políticas del nuevo gobierno (México).

Las perspectivas dE Venezuela que registra un colapso drástico en la actividad económica y una crisis humanitaria, se revisaron nuevamente a la baja a pesar del repunte de los precios del petróleo, ya que la producción disminuyó con fuerza. La estimación para la economía mundial es de un crecimiento de 3.9 por ciento en 2018 y 2019, como se previó en el informe de abril pasado, pero la expansión ya no es tan uniforme y los riesgos para las perspectivas se están agudizando.

La tasa de expansión parece haber tocado máximos en algunas grandes economías y el crecimiento no está tan sincronizado. En Estados Unidos, el ímpetu a corto plazo se está afianzando y el dólar se apreció alrededor de 5 por ciento en las últimas semanas.

Las proyecciones de crecimiento han sido revisadas a la baja para Japón, Reino Unido y la zona del euro, s consecuencia de sorpresas negativas para la actividad a comienzos de 2018. Entre las economías de mercados emergentes y en desarrollo, las perspectivasde crecimiento también son más desiguales, en un contexto marcado por el avance de los precios del petróleo, el aumento de las rentabilidades en Estados Unidos, las crecientes tensionescomerciales y las presiones que genera el mercado sobre las monedas de algunas economías confundamentos económicos más débiles.

Se han revisado a la baja las proyecciones de crecimientode Argentina, Brasil e India, en tanto que las perspectivas de algunos exportadores de petróleo han mejorado. Los aumentos de los aranceles anunciados hace poco por Estados Unidos, sumados a los previstos, y las represalias de los socios comerciales han incrementado la probabilidad de medidas comerciales crecientesy sostenidas. Eso podría descarrilar la recuperación y empañar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo. Para preservar la expansión mundial, resulta prioritario evitar medidas proteccionistas y encontrar una solución concertada que promueva el crecimiento ininterrumpido del comercio internacional de bienes y servicios. Las políticas y las reformas deberían apuntar a sustentar la actividad y estimular el crecimiento a mediano plazo.

Las rebanadas del pastel

Con la soberbia que lo caracteriza, Trump demanda a México y a otras naciones por replicar los aranceles unilateralmente impuestos por Estados Unidos a nuestro país (25 por ciento al acero y 10 al aluminio). El salvaje golpea, pero se queja porque le responden con la misma moneda. Para Ripley.

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