Seguro privado, gasto público
na de las grandes incongruencias en el servicio público es el uso de los impuestos para pagar gastos privados. Un caso de lo anterior es el de los seguros de gastos médicos mayores que tienen los burócratas de alto nivel. Mientras los asalariados de nivel medio y bajo de los sectores privado y público recurren al IMSS y el Issste para atender su salud, los funcionarios de gobierno van a los hospitales de lujo del país, pero a cuenta de los contribuyentes.
¿Es congruente ese gasto con cargo a nuestros impuestos? No. Cualquier burócrata debe de contar con servicios médicos, pero es incongruente que el pueblo pague un costo adicional. Muestra el abuso que comenten los altos funcionarios y la desconfianza que les provocan las instituciones que administran.Se sabe que el gobierno federal eroga cerca de 2 mil 700 millones de pesos anuales por el seguro de gastos médicos para sus altos funcionarios. En la actualidad, la póliza por este servicio está en Metlife.
Se presume que en este gran negocio de Metlife, un alto funcionario federal se llevó una jugosa comisión, como pasa en muchos grandes contratos del sector público con empresas privadas. Sobre este contrato multimillonario el próximo gobierno debería indagar el mecanismo de entrega del contrato respectivo para ver si cumple con el requisito mínimo de ser competitivo frente al del resto de aseguradoras.
Pero independientemente de lo anterior, el régimen de Andrés Manuel López Obrador tomará cartas en el asunto para acabar con privilegios de los altos funcionarios. Si se trata que el gobierno vuelva a sus ideales de servir a la comunidad y no de servirse de ella, el concepto con el que trabajan los funcionarios públicos debe cambiar radicalmente y deben desaparecer los privilegios que detentan frente al resto de la sociedad.