Después del Mundial, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) inició este lunes una nueva etapa con Yon de Luisa en la presidencia, con varios frentes urgentes y decisiones inaplazables sobre la mesa.

Entre los pendientes está el análisis de los resultados del Tri en Rusia –donde fue eliminado por séptima ocasión consecutiva en octavos de final– y la necesidad de definir si mantienen al colombiano Juan Carlos Osorio como entrenador o buscarán a un nuevo técnico para iniciar el ciclo rumbo a Catar 2022. Este tema apremia, debido a los compromisos del equipo mexicano con dos partidos amistosos en septiembre ante Uruguay y Estados Unidos.

Yon de Luisa llega con gran experiencia cercana a la FMF y a los procesos de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), considera el entrenador Raúl Potro Gutiérrez, seleccionado en Estados Unidos 1994 y campeón con el Tri Sub 17 en 2011.

Iniciará un proyecto en el que deberá atender tanto el estado de la liga como del perfil del entrenador rumbo a Catar; son temas que no se pueden abordar de manera aislada, pero creo que De Luisa tiene la experiencia para asumir esos retos, agregó Gutiérrez.

Lo que no puede omitirse de cualquier análisis de inicio –plantea– es que en el proceso que terminó no pudo darse el salto de calidad esperado desde hace varios mundiales.

No podemos negar que Osorio tuvo un proceso muy espinoso, comenta el Potro; cumplió con lo que le pidió la federación, que era clasificar a Rusia, pero se quedó corto; no encontró nada nuevo.

Gutiérrez fue parte de la generación que regresó con México a los mundiales en 1994. “Nosotros empezamos un cambio, porque dejamos de ser los ‘ratones verdes’”, recuerda; por eso tenía mucha ilusión con esta generación que participó en Rusia, con tantos jugadores en Europa, pero tristemente no se consiguió y estamos en el mismo lugar que hace siete mundiales.

Las analogías entre los ciclos de distintos países no funcionan del todo, admite, pero lo que sí sugiere es mirar a lo que ha funcionado en etapas de restructuración profunda, como en Bélgica e Inglaterra, donde la autocrítica les permitió trabajar con proyectos a largo plazo y con varias generaciones de jóvenes que destacaron en Rusia.

“En México hay una laguna entre jóvenes sobresalientes de selecciones menores que no completan su ciclo de desarrollo para llegar a primera división, ya no digamos al Tri mayor”, opina.

Además, los jugadores hoy han perdido ámbitos de competencia más allá de los que ofrece la Concacaf; necesitamos retomar el roce internacional para poder crecer. Será importante que el nuevo proyecto de la FMF defina el estilo que se quiere en la selección, porque esa decisión no deberá recaer en un entrenador, advierte.