Las reformas estructurales impulsadas en este sexenio no tienen sello personal ni color partidista. Su finalidad es el bienestar colectivo y fueron resultado de un proceso en el que participaron los tres poderes, los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil, estableció el presidente Enrique Peña Nieto.

Esas transformaciones legales –reivindicó– partieron de un diagnóstico muy claro sobre las principales barreras al desarrollo nacional y se construyeron en un escenario de pluralidad, libertad y democracia. Ya se tradujeron en beneficios tangibles para los mexicanos.

Y a diferencia de otras etapas de la historia, han sido cambios producto de una democracia madura y guiados por el proyecto de país plasmado en la Constitución, que tiene la justicia, la libertad y la democracia como el centro de sus anhelos, señaló.

Para el Presidente, el orden constitucional es lo más grande que hemos construido como nación, lo que está más allá de cualquier coyuntura.

En su discurso durante la ceremonia por el Día del Abogado, realizada en Los Pinos, insistió en una convicción de su gobierno: tuvimos claro que el desarrollo de México no parte de cero cada seis años y que era necesario llevar a cabo ajustes que habían sido pospuestos durante décadas.

Elecciones ejemplares

En otra referencia al proceso electoral del primero de julio, dijo que fue ejemplar, más allá de quienes advertían que iba a estar marcado por la violencia u otros eventos.

Felicitó nuevamente la fiesta democrática de ese día y la libertad del pueblo para elegir a sus próximos gobernantes, así como la actuación de las autoridades para garantizar un clima de armonía, paz y tranquilidad para la emisión del sufragio. Resaltó la actitud de su administración para reconocer de inmediato los resultados.

Ratificó la determinación de que quienes obtuvieron la mayoría de los sufragios tengan garantías, respaldo y apoyo para que de aquí a que asuman sus responsabilidades prevalezcan el orden y una transición ordenada, pacífica y eficiente.

Además, dijo, que cuenten con las condiciones de seguridad necesarias y, de ese modo, México se acredite ante sí mismo y el mundo entero que es un país democrático, que vive sus procesos en este clima de festividad cívica y que es absolutamente respetuoso de los mismos.

Subrayó que desde su nacimiento como país independiente, en cada etapa de cambio México ha estado acompañado por una profunda transformación legal para dar rumbo y contenido a los más altos anhelos de la sociedad.

Este gobierno reformó también para edificar una nueva relación entre el gobierno y la ciudadanía, sustentada en los sistemas Nacional de Transparencia y Nacional Anticorrupción, así como la Ley General de Mejora Regulatoria.