Porfirio Muñoz Ledo, quien está dispuesto a colocar la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador el primero de diciembre, si las mayorías así lo deciden, contempla que como primer paso del gobierno austero y republicano, el próximo Congreso federal deberá reformar las leyes del Congreso General y Orgánica de la Administración Pública Federal para reducir la carga financiera que los senadores y diputados significan para el erario, y terminar con el comisionismo y reparto de prebendas en que se han convertido ambas cámaras.

Por otro lado, en conferencia de prensa, Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado federal electo de Morena por el distrito 14 de Ciudad de México, dijo que en concordancia con la austeridad que aplicará el próximo gobierno, en el Congreso de la Unión y en diversos congresos locales donde su partido tendrá mayoría, se debe dar ejemplo y eliminar los gastos discrecionales, absurdos y excesivos, por lo cual es necesario que sean sometidos a una limpieza total en materia de uso de recursos.

Señaló que ahora, con la mayoría, no hay excusas ni pretextos para dejar de emprender los cambios necesarios para eliminar los gastos superfluos generados por un sistema corrupto. Sólo en las cámaras de Diputados y Senadores, dijo, se podría lograr ahorros por 10 mil millones de pesos al año si se acaba con los gastos discrecionales, y quizás mucho más cuando se conozca el dinero que corre en el subsuelo, en las cañerías del Poder Legislativo.

▲ Porfirio Muñoz Ledo dice estar dispuesto a colocar la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.Foto María Meléndrez Parada

Muñoz Ledo sostuvo que el Congreso se corrompió por la partidocracia. Se estuvieron repartiendo las 90 comisiones de ley y las especiales, y los cinco centros de estudio. La Cámara de Diputados pasó a ser un botín de 8 mil millones de pesos; ahora el gobierno de austeridad deberá disponer de él. Si queremos que el poder se refunde, primero debe hacerlo el Congreso, advierte.

“La comisionitis es un mal que debemos abatir. Hemos tenido por la vía de supuesta democratización una inflación (agigantamiento) del Congreso. La reforma del Estado comienza por el Poder Legislativo. Hay que innovar reduciendo los órganos de dirección y las instancias de gobierno.”