Opinión
Ver día anteriorMiércoles 11 de julio de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Cosas del futbol

La tropa napoleónica

L

os galos tienen aroma de campeones del mundo en Rusia 2018. Partido intenso, disputado a cara de perro, sin concesiones. Dos equipazos que comparten frontera y hasta idioma, en el caso de los flamencos belgas. Dos artistas, Hazard y Mbappé, inmensos, sobre todo el belga, que se echó al equipo sobre sus espaldas. Dos estilos de entender el futbol muy parecidos y dos estrategas que saben modificar esquemas sin titubeos. Fue una final adelantada.

Mañana la Pérfida Albión se enfrentará a la guerrilla croata. Huele a partido áspero si nos atenemos al carácter de las naciones que se jugarán el pase a la final soñada. Ambos equipos llegan al desafío con las piernas muy cargadas, especialmente Croacia, que se fundió en su duelo contra la tropa de Putin, a quien es fácil imaginar subiéndose por las paredes del Kremlin impulsado por la frustración.

Sin importar cuál de los dos equipos llegue a la final moscovita, será harto complicado ganar a una Francia muy sólida en todas sus líneas, comenzando por su arquero Lloris. Tener en el equipo a Mbappé y a Griezmann es un lujo, pero también lo es disponer de una medular muy física y una defensa que parece italiana por como cierran los espacios.

Y para estrella capaz de opacar durante horas el Mundial nadie como Cristiano Ronaldo, el portugués nacido en la isla de Madeira que ayer hizo oficial su divorcio con el Real Madrid después de nueve años de tormentosa relación. Especialmente con el presidente Florentino Pérez, gallo entre los gallos del futbol mundial.

Abandona la liga hispana y se va a la italiana, con la Juventus de Turín, en las meras faldas de los helados Alpes. Se acabó el cara a cara entre los dos dueños de las canchas futboleras: Messi y Cristiano ya no se las verán a menos que sus equipos choquen en la Liga de Campeones. Y eso es un golpe muy duro en términos económicos para el campeonato español.

Ahora hay que sentarse y esperar a qué figura galáctica fichará el voraz constructor Florentino. Y sólo hay dos futbolistas que reúnen los requisitos: Neymar y Mbappé, caprichoso y clavadista uno y simpático y carismático el otro.