Un Óscar como mejor actor de reparto por Traffic (2000), en la que encarnaba a un policía corrupto que terminó trabajando para narcotraficantes, no lo convirtió en un actor de renombre de la noche a la mañana.

Desde Los sospechosos de siempre (The usual suspects), como un personaje secundario, Benicio del Toro (San Juan, 1967) se ha hecho de una carrera reconocida participando en filmes destacados, como como Snatch, Sin City o 21 gramos.

Ha obtenido estatus de protagonista en películas como Cosas que perdimos en el fuego (2007), junto con Halle Berry, o la cinta biográfica en dos partes sobre el Che (2008), que también produjo. No se aleja de sus incursiones comerciales (La Guerra de las Galaxias: los últimos jedi y un par de filmes de superhéroes en Los Vengadores).

Benicio no es generalmente un tipo al que le guste desempeñar papeles repetitivos, lo que hace que su reciente aparición en Sicario 2: día del soldado sea más atractiva…

Encarna a Alejandro Gillick, asesino presentado en la primera entrega de este filme (2015), que dirigió Denis Villeneuve y en el que compartía créditos con Emily Blunt y Josh Brolin. Presentado como una descarnada máquina de matar, el personaje fue impulsado por su sed de venganza ante la muerte de su esposa e hija a manos de un líder de un cártel.

Antes eran de gánsteres

En una entrevista con el diario inglés The Independent, el puertorriqueño alaba el que ahora podría considerarse un nuevo género cinematográfico: el de los cárteles de la droga.

“Podríamos comenzar a hablar de French connection (1971), o aún antes, Easy rider (1969). Luego tienes a Scarface (1983)... He estado en un par de ellas, como Licence to kill (de la saga de James Bond, cuando contaba con 22 años); esa película habla también sobre un cártel de droga. Ahora hay programas de televisión y series que destacan el tema. Se ha convertido en lo que antes eran las películas de gánsteres”.

La carrera del actor no ha estado limitada a esos filmes. Tiene actuaciones memorables en Miedo y asco en Las Vegas (1998), que no lo hubieran impulsado tanto como su debut en The usual suspects.

Sicario: día del soldado, del italiano Stefano Sollima, da un giro sorprendente con el personaje de Del Toro, un hombre que tiene la misión de encarar a dos cárteles rivales.

El puertorriqueño encontró un personaje sicológicamente rico en la segunda entrega de Sicario.

▲ El puertorriqueño Benicio del Toro lamenta la situación de sus colegas Kevin Spacey y Bryan Singer, con quienes actuó en The usual suspects.Foto Jam Media

Fue algo difícil de filmar, admite. Es un papel tan convincente que puede ofrecerte un giro de 180 grados.

Del Toro atribuye el éxito de la película al guion, escrito por Taylor Sheridan.

Comenta: “Observen el hecho de que, como parte de la operación encubierta, él tiene que secuestrar a la hija de un capo de la droga, una inocente niña (personificada por Isabela Moner) casi de la misma edad que su propia hija, quien también fue secuestrada y asesinada. Expone a la niña a los mismos tratos por los que pasó ella (su hija). Está actuando de la manera en que lo hacen los hampones que él está persiguiendo…”

Del Toro siente en ello la evolución del personaje. Este tipo puede dar una vuelta casi incomprensible. Espero que la gente lo entienda.

Sicario: día del soldado usa las mismas locaciones que la entrega anterior. El mismo lugar en la frontera de Estados Unidos y México, donde Donald Trump quiere edificar un muro.

No creo que el muro cambie las cosas, dice el actor y productor.

“Esa no es una solución. No cambiaría la guerra de las drogas. No erradicará la violencia. El consumo más vasto de estupefacientes es en Estados Unidos, por lo que las cosas no van a cambiar. Mientras esos sujetos estén ahí (los miembros de cárteles), películas como esta existirán. Y un muro no creo que vaya a cambiar en algo.”

Se cuestiona a Del Toro sobre uno de los temas calientes en la industria: el acoso. Trabajó con Kevin Spacey y Bryan Singer en The usual suspects, y ambos son objeto de acusaciones por acoso sexual.

Es triste por las víctimas en primer lugar, y también triste por Kevin, comenta. Pero las víctimas están primero. No importa qué tan talentoso seas. Lo siento, asegura el histrión, quien espera que la gente pueda pasar por alto las acusaciones cuando se trate de disfrutar del producto final.

Creo que es la elección de la gente el ver o no un filme debido a lo ocurrido. En realidad es algo que afecta a todos los que participan en la película.

Su reciente trabajo se puede apreciar en Escape at Dannemora, miniserie de ocho partes basada en un hecho real ocurrido en una prisión en 2015, lo cual desató una persecución masiva para atrapar a dos asesinos que personifican Del Toro y Paul Dano. Los ocho episodios fueron dirigidos por Ben Stiller.

Sicario: día del soldado continúa en cartelera comercial en México.