Repino

Inglaterra se ha olvidado de los exquisitos remates de comba de David Beckham. En el Mundial de Rusia 2018, los laterales Ashley Young y Kieran Trippier son sus nuevos artistas con pelota detenida.

Este tipo de jugadas han sido el conducto principal de los goles en la actual Copa del Mundo, 42 por ciento, e Inglaterra ha sido el equipo más versado en ese rubro en su marcha a las semifinales.

Ocho de sus 11 goles se han logrado mediante tiros libres, de esquina o penales, cuatro más que cualquier otro equipo y la mayor cantidad desde que Portugal anotó ocho tantos a balón parado en el Mundial de 1966.

Esto no es obra de la casualidad. Una preparación meticulosa –que incluyó un viaje a Estados Unidos para mirar un partido de la NBA–, así como la convocatoria de jugadores que saben ejecutar ese tipo de acciones y la diligencia defensiva que prevalece en un torneo como éste han propiciado una abundancia de goles con pelota detenida que tienen a la selección inglesa a las puertas de un segundo título en una Copa del Mundo.

Las jugadas con pelota quieta han sido fundamentales para nosotros y otros equipos durante todo el Mundial. Nos han beneficiado y vamos a seguir en la misma línea, declaró Ashley Young, uno de los principales ejecutantes de Inglaterra.

Hace una década, Inglaterra tenía en Beckham a uno de los mejores cobradores para jugadas de pelota detenida, con una extraordinaria precisión y facilidad para anotar de tiro libre.

En la Inglaterra versión 2018, los tiros libres, de esquina y pases de profundidad son obra de Young y Trippier, quienes hace unos meses no tenían asegurada su presencia en el plantel mundialista, y mucho menos figuraban entre los titulares.

No obstante, Gareth Southgate, el técnico de Inglaterra con una visión más analítica, optó por una formación 3-5-2 para blindar más a su defensa, facilitar que sus volantes pudieran tener mayor posesión y hacerle llegar más balones a Harry Kane, su delantero referente.

Southgate viajó a Estados Unidos al inicio de este año para observar el Super Bowl y también partidos de la NBA con el fin de analizar cómo los equipos se paraban cerca de la canasta. El técnico también reclutó a Allan Russell, el auxiliar técnico de los delanteros, para que estudiara a fondo las estrategias de dichas ligas.

En Rusia, los ingleses aplicaron a la perfección cortinas en el área para bloquear a defensas rivales y darle a sus compañeros más espacio de maniobra, lo que se vio en el primer gol ante Panamá, obra de John Stones. Además, emplearon a jugadores que sirvieron de señuelo o se alinearon con formaciones heterodoxas para confundir al oponente, como lo hicieron ante Colombia en los octavos de final, con cuatro jugadores uno detrás del otro antes de separarse. Estas mismas estrategias son las que el equipo utilizará este miércoles ante Croacia en las semifinales.