Jóvenes utilizan técnicas tradicionales y buscan nuevas definiciones del quehacer actual, explica a La Jornada Ernesto Alva; exhiben 37 obras en el Museo Nacional de la Estampa
Martes 10 de julio de 2018, p. 8
A nueve años de su fundación, el taller La Trampa Gráfica Contemporánea se consolida como un espacio donde prevalece la convivencia entre jóvenes artistas que aprovechan las técnicas tradiciones de grabado para ir más allá: la experimentación y la búsqueda de nuevas definiciones del arte contemporáneo.
Una muestra del trabajo que ahí desarrollan se exhibe en el Museo Nacional de la Estampa (Munae); reúne 37 obras de 21 artistas que han colaborado con ese taller fundado en 2009 y se ubica en las accesorias del Colegio de Las Vizcaínas, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
‘‘Nos interesa mucho presentar piezas que hagan reflexionar al público por su sentido estético, el cual responde a cada uno de los intereses de los participantes, que no necesariamente tienen que ver con cuestiones de protesta social o política, temas que generalmente se asocian la gráfica”, explica en entrevista con La Jornada Ernesto Alva (Ciudad de México, 1982), fundador de La Trampa Gráfica Contemporánea.
En la muestra, prosigue, hay muchas imágenes abstractas, pues ‘‘buscamos pensar en la transformación creativa de los materiales que usamos: metales, piedra, madera, sin procurar un estilo único que defina a todos los que pertenecemos al taller, al contrario.
‘‘La labor primordial de nuestro proyecto es educativa: enseñar las diversas técnicas de grabado, porque se trata de un medio que provoca muchas reflexiones e ideas, aunque después no se vaya uno a dedicar a esta actividad; con la gráfica, por ejemplo, aprendemos a ser pacientes.”
Los niños y la magia del arte
Ernesto Alva es también dibujante e impresor profesional. Su trabajo se caracteriza por el juego con múltiples placas y la aplicación de aguatintas.
Concibe a La Trampa como laboratorio artístico, además de un centro de producción que cuenta ya con una sólida trayectoria. En algunas ocasiones ha abierto también sus puertas a talleres para niños, lo cual, añade, ‘‘es muy bonito, porque los pequeños trabajan y hacen muchas cosas extrañas que en un principio no entienden, pero al levantar su hoja de papel que sale del tórculo se quedan maravillados, les brillan los ojos.
‘‘Es muy satisfactorio hacer que las personas descubran esa magia del arte, sobre todo, que se sientan capaces de hacerlo y luego de entender los procesos.”
La exposición dedicada a la Trampa Gráfica Contemporánea se inscribe en el programa Foro Gráfico del Munae, orientado a la presentación de proyectos artísticos y actividades académicas vinculadas con la producción gráfica contemporánea.
‘‘Los fundadores y guías de este espacio han propiciado la inclusión de agentes y creadores en un sistema de colaboración, la cual lo mismo reconoce la libertad creativa que el intercambio y retroalimentación de experiencias artísticas y editoriales”, considera Santiago Pérez Garci, director del museo.
El funcionario apunta que el modelo creativo de La Trampa ‘‘ha privilegiado, por un lado, el pleno aprovechamiento de las técnicas gráficas tradicionales, el diálogo permanente en torno a las definiciones del arte actual y la impecable dedicación de sus fundadores a los procesos que guían la producción gráfica, desde la concepción de la obra hasta la edición final”.
Entre los artistas que participan en la exposición figuran, además de Alva: Omar Arceaga, Verónica Bapé, Omar Barquet, Eduardo Barrera, Alex Bolio, Gabriel Carrillo, Fernando Cortés Ferrus, Yutsil Cruz, Emmanuel García, Emilio Gómez, Saúl Gómez, Agustín González, Elizabeth de Jesús, Gzreg Leiner, César López Catsuu, Rubén Morales, Coral Revueltas, Guillermo Trejo y Rafael Zepeda, así como el colectivo Ojo por Ojo.
La muestra montada en el Munae (avenida Hidalgo 39, plaza de la Santa Veracruz, en Centro) concluirá el domingo 29 de julio.