Flanqueado por los gobernadores emanados del PRI, los coordinadores parlamentarios y líderes sectoriales, el presidente de este partido, René Juárez Cisneros, dijo que serán una oposición responsable. Ante algunos grupos que piden cuentas por el hundimiento electoral del domingo, advirtió que no permitirán que una actitud carroñera dañe al tricolor.

No habremos de permitir que nadie quiera dividirnos ni vamos a autoflagelarnos..., expresó en un mensaje ante la prensa, tres días después de la jornada que los coloca como tercera fuerza política, sin la Presidencia de la República.

Primero el lunes, con los responsables de la operación electoral, y ayer con 13 de los 14 gobernadores emanados del PRI (sólo faltó el mandatario de Sinaloa, por hallarse fuera del país), Juárez Cisneros aseveró que los priístas se mantendrán unidos monolíticamente.

De las reuniones, en el segundo piso del edificio de Insurgentes Norte, surgió la promesa de comportarse como oposición responsable y constructiva, pero también emanó una advertencia en contra de quienes achacan a la anterior dirigencia la causa de la debacle y exigen cambio de estafeta a partir de una consulta directa a las bases.

La corriente Democracia Interna, promovida por el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, insiste en que la caída histórica del PRI se debe a una cadena de desaciertos y simulación de la dirigencia nacional.

Juárez Cisneros respondió: no comamos ansias; respetemos las formas y los tiempos que marcan los estatutos del partido.

Dejó entrever su voluntad de permanecer en el cargo hasta 2019, cuando concluye el periodo de cuatro años para el que fue electo Manlio Fabio Beltrones.

Destacó que es bienvenida la pluralidad, con la condición de que se anteponga el interés supremo del PRI y del país sobre cualquier interés carroñero que pretenda dañar al Revolucionario Institucional.

Por ahora, acompañado por la secretaria general del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, así como por los mandatarios de Campeche, Colima, Yucatán, Jalisco, Sonora, Coahuila, estado de México, Tlaxcala, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero, Zacatecas y San Luis Potosí, anunció públicamente el inicio de un periodo de “reflexión profunda, responsable y prudente, del tamaño que los ciudadanos nos han dado esta lección en la elección del domingo".

Y a tono con esa unidad monolítica, al término del mensaje de Juárez Cisneros, los gobernadores se retiraron en silencio.

Antes, Paul Ospital, presidente del Instituto Jesús Reyes Heroles del PRI, dijo que lo central es entender las causas del huracán que los arrasó. En los estatutos, comentó, somos un partido socialdemócrata, inscritos en la Internacional Socialista, y, por otro lado, tuvimos candidatos que proponían cosas de derecha.

Por tanto, se necesita construir. Le estamos apostando a la cuarta evolución del partido, señaló.

Y en esta ola, el líder de la Confederación de Trabajadores de México, Carlos Aceves del Olmo, quien en tiempo de campaña se mostró muy crítico hacia López Obrador, confió en que en el próximo gobierno no haya la idea de aplastarnos.

–¿El domingo fue para ustedes una pesadilla?

–No. Fue una sorpresa. Habíamos visto demasiado movimiento de ya ganamos, de este arroz ya se coció.

“Tenemos que trabajar con él (presidente electo)… Aquí en el PRI no venimos a flagelarnos, sino a platicar. Estamos listos para iniciar los trabajos de reconstrucción”, expresó.