Martes 3 de julio de 2018, p. 10
A cuatro años de su fundación, tras la división de la izquierda y como parte de un vertiginoso y sostenido crecimiento electoral desde 2014, Morena se convertirá en la primera fuerza política del país. La figura de Andrés Manuel López Obrador condujo a ese partido a irrumpir exitosamente en entidades del norte del país, históricamente vedadas para la izquierda, pero donde ahora se registra un viraje electoral.
De manera paradójica, el destino de sus aliados es incierto, especialmente para el Partido Encuentro Social, cuyo registro –pese a participar en la coalición presidencial ganadora– estaría en juego. Al cierre del Programa de Resultados Electorales Preliminares del Instituto Nacional Electoral, en ninguna de las tres elecciones federales realizadas –Presidencia, senadores y diputados– obtuvo 3 por ciento que exige la legislación para mantener el registro, tener acceso a diputados plurinominales y acceder a las prerrogativas.
A diferencia de hace tres años, cuando estuvo a punto de perder el registro, esta vez el resultado para el PT fue mucho mejor, pues tiene prácticamente asegurado su acceso a la Cámara de Diputados, con lo que podrá preservar las prerrogativas correspondientes. De acuerdo con el PREP, con un margen importante, el PT supera el umbral mínimo para lograrlo, pues esta cerca de 4 por ciento.
El avance electoral de Morena –en el plano federal– le permitió desplazar al PRI en los pocos bastiones que aún le quedan, como el estado de México – la tierra del Presidente Enrique Peña Nieto– donde apenas en 2017 había perdido la gubernatura. Esta vez se convirtió en la primera fuerza electoral al doblegar al tricolor en el mítico Atlacomulco.
En contraste con las elecciones de 2006, donde el mapa electoral quedó partido entre el norte para la derecha panista y el sur para la entonces coalición de izquierda, en esta ocasión Morena, por sí mismo como partido, rompió el histórico bipartidismo norteño. Sonora, Baja California, Durango, Tamaulipas y Chihuahua reportaron resultados favorables en las elecciones federales, con especial margen en el caso de la Presidencia de la República.