La Organización de los Estados Americanos (OEA) rechazó ayer con una resolución, que propuso México mediante el canciller, Luis Videgaray, la separación de familias inmigrantes que aplicó el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la frontera sur.

La resolución –respaldada por los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras– manifestó enérgicamente el rechazo a cualquier política migratoria que conduzca a la separación de familias porque genera una práctica violatoria de los derechos humanos.

El texto lo ratificó el Consejo Permanente de la OEA, esto significa que no tuvo oposición por alguno de sus 35 miembros y no tuvo la necesidad de ser votado. Sin embargo, el texto inicial enfrentó algunas resistencias por la mención específica a Estados Unidos, pues el organismo regional no es crítico de ese gobierno.

En el segundo punto de la resolución urge al gobierno de Estados Unidos a implementar las medidas recientemente anunciadas [por Trump] dirigidas a evitar la separación de familias y tomar los pasos necesarios para reunir a niños con sus padres lo más rápido posible. Este párrafo sustituyó a uno anterior que apremiaba a no recurrir a la separación de familias ni a la privación de la libertad de los ­menores.

En el documento también pidió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visite la región fronteriza para observar las consecuencias de las políticas migratorias, de refugio y de asilo implementadas por Estados Unidos. Además, instó a las autoridades a no deportar a las personas cuyas vidas o libertades podrían estar amenazas o en riesgo.

El embajador mexicano ante la OEA, Jorge Lomónaco, afirmó que la resolución no busca condenar a ningún país, mucho menos a uno con una sociedad democrática vibrante que ha expresado profundos desacuerdos internos [por la separación de familias]. La condena va contra una política cruel e inhumana que viola los derechos humanos de los más vulnerables, añadió ante el Consejo Permanente.

México agradeció en un comunicado a los miembros de la OEA por la aprobación de la resolución presentada a iniciativa del cancillerVidegaray el pasado martes.

Por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores, señaló que la resolución aprobada está fundamentada en los derechos humanos universalmente reconocidos, reafirma que el interés superior de la niñez debe prevalecer en todas las medidas adoptadas por los estados, incluyendo las políticas migratorias, así como el derecho a buscar y recibir asilo y refugio.

El embajador de Estados Unidos, Carlos Trujillo, expresó que su gobierno daba la bienvenida a la discusión del tema migratorio, pero defendió la polémica práctica de la política de cero tolerancia, como acto de soberanía de su ­gobierno.

La separación de más de 2 mil 300 niños y adolescentes de sus padres después de ser arrestados tras entrar sin documentos migratorios a Estados Unidos desde el 19 de abril, generó indignación dentro y fuera del país.

Aunque Trump firmó la semana pasada una orden ejecutiva suspendiendo de manera temporal la separación, miles de menores continúan aún en centros de detención en espera de ser reunidos con sus padres.

Aun así, miles de personas marcharán hoy en al menos 130 ciudades estadunidenses para protestar por la política migratoria de tolerancia cero.

Los agentes fronterizos estadunidenses habrían realizado 16 por ciento menos arrestos este mes en la frontera suroeste que en mayo, según cifras preliminares del Departamento de Seguridad Nacional.

Si la tendencia actual se confirma, la patrulla fronteriza habría arrestado en junio a unas 34 mil personas mientras intentaban cruzar ilegalmente de México a Estados Unidos, indicó el funcionario, el cual solicitó el anonimato debido a que las cifras no son definitivas.