Managua

La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia llamó este miércoles a la población nicaragüense a iniciar una nueva etapa de desobediencia civil para presionar la salida del presidente Daniel Ortega y exigir el cese de la represión contra las protestas antigubernamentales en el país, que ha dejado casi 300 muertos desde el 17 de abril.

Estamos reorganizándonos porque esto no termina hasta que el dictador salga del poder, afirmó un joven con sombrero y el rostro cubierto durante una conferencia en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, donde se atrincheran decenas de estudiantes.

La Alianza –que reúne a estudiantes, empresarios, campesinos y otros grupos de la sociedad civil– convocó ayer a un plantón; para este jueves llamó a la población a ir a las iglesias con velas y lazos negros y el viernes invitó a cantar el himno nacional en cualquier parte del país.

El sábado se realizará la Marcha de las Flores para honrar a niños y jóvenes que han muerto por la represión durante la marchas antigubernamentales. Esta movilización fue suspendida el pasado sábado debido al clima de inseguridad que se vivía en esta capital ante la presencia de fuerzas policiales y paramilitares, vinculadas con el gobierno.

Los organizadores invitaron a esta marcha a las misiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Organización de las Naciones Unidas que están en el país para analizar la situación. También les solicitaron que exijan al gobierno que garantice el derecho de movilización pacífica.

Durante el día, fuerzas combinadas de la policía, parapoliciales y paramilitares entraban a pueblos y ciudades para remover las barricadas levantadas por los opositores. La dirigente campesina Francisca Ramírez añadió que pese a la represión, los bloqueos volverán.

La crisis comenzó el 17 de abril con una manifestación de estudiantes contra una reforma al sistema de Seguridad Social que afectaba a trabajadores, empleadores y jubilados y que casi de inmediato fue derogada, pero que se agudizó tras la violenta acción de la policía y fuerzas paramilitares contra civiles en las protestas, que han dejado 285 muertos, más de mil 500 heridos y 156 desaparecidos, de acuerdo con un reporte de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.