La migración hacia países más industrializados en busca de mejores oportunidades laborales ya no es garantía de desarrollo personal o familiar, y la mala calidad de los empleos vulnera más a las mujeres, advirtió Carolina Grajales Valdespino, académica de la Escuela Nacio- nal de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, en 2015 el número de migrantes en el mundo fue de 214 millones; de éstos, 49 de cada 100 eran mujeres, es decir, 104.8 millones.

Indicó que en Latinoamérica la proporción de mujeres migrantes es de 50 por ciento, pero en México hay una por cada tres hombres.

Señaló que con la implementación del modelo neoliberal, el siglo pasado, se incrementó la desigualdad y disminuyó la calidad de los empleos. Ahora compiten blancos con migrantes porque el modelo neoliberal ha sido una fábrica de pobres en el mundo al eliminar los derechos y prestaciones, remarcó.

Resaltó asimismo que no importa la capacitación que tengan las migrantes, pues el mercado laboral en Estados Unidos sólo les ofrece opciones como cuidadoras, servicio de limpieza, cocina o en la prostitución.