Habitantes de ambos lados de la frontera, activistas y familiares de migrantes protestaron ayer en El Paso, Texas, y Hermosillo, Sonora, contra las políticas migratorias de separación familiar y detención prolongada de indocumentados.

Los inconformes criticaron la política de cero tolerancia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien exigieron respetar los derechos humanos y tratados internacionales sobre el interés superior de la niñez.

Centenares de residentes de la frontera y activistas de distintas regiones del país se sumaron al movimiento que dirige la organización civil Red Fronteriza por los Derechos Humanos, con sede en El Paso, limítrofe con Ciudad Juárez, Chihuahua.

Closed

Unas 400 personas marcharon ayer hacia el centro de procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), de El Paso, donde cubrieron el acceso al inmueble con pancartas que, al juntarlas, mostraban el mensaje Closed (cerrado).

Fernando García, director de la red, informó que la protesta es porque en Tornillo, Texas, se está concentrando a por lo menos 200 niños migrantes que fueron separados de sus padres.

Los manifestantes clausuraron simbólicamente las instalaciones del centro de procesamiento del ICE. “Esta es la gota que derramó el vaso, primero destruyendo el sueño de nuestros dreamers, militarizando nuestra frontera, poniendo a la policía local a actuar como agentes migratorios y ahora encarcelando a nuestros niños”, reprochó García.

Queremos demostrar que es absurda la política de Trump y estamos demostrando que la comunidad no sólo está triste, sino que está verdaderamente enojada, reclamó el activista.

Comentó que la red envío una carta al fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions; a Kristen Nielsen, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional y a Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos protestando por esta vejación inhumana.

En la misiva les exigen que frenen la detención y encarcelamiento de infantes migrantes; que suspendan la separación familiar y acaben tanto con la práctica de obstaculizar a indocumentados que buscan asilo político, como la militarización de las comunidades fronterizas.

Impacto permanente

En tanto, la vicepresidente del sindicato Nacional de Enfermeras Unidas, Katy Roemer, señaló que las enfermeras en Texas han advertido del efecto negativo que genera la separación familiar en la salud de los menores.

Serán impactados para el resto de sus vidas; este tipo de separación causa un estrés tóxico que llevará a problemas de salud para el resto de sus vidas. No podemos tolerar este nivel de barbaridad, esto no es lo que somos como comunidad y tenemos que detenerlo, expuso.

En Hermosillo, Sonora, decenas de activistas se manifestaron frente al consulado estadunidense, pretendían entregar un manifiesto, pero los encargados de la sede diplomática cerraron las puertas.

En Tamaulipas, el DIF de Nuevo Laredo informó que se prepara para recibir a los niños que actualmente se encuentran en centros de detención en Texas.

De enero a mayo de este año, en dicho refugio se ha atendido a 714 infantes.